El cantante Erasmo Catarino cuenta con el cariño de su público que lo conoció cuando en 2005 se convirtió en el ganador de la cuarta generación de La Academia, el famoso concurso de canto que este domingo 12 de junio estará llegando a la pantalla en su edición de aniversario.
El joven, quien entonces contaba con 28 años, se supo ganar el aplauso y la simpatía de las audiencias por su talento y su carisma, pues al ser un hombre de origen modesto Erasmo pudo lograr la identificación con el gran público.
Ahora que han pasado muchos años de su salida del reality show, el exprofesor oriundo del municipio de Xalpatláhuac, Guerrero, continúa lanzando producciones musicales a la par que desarrolla su faceta de empresario: abrió un hotel en Morelos y está próximo a inaugurar otro en su estado natal.
Es así que este 2022, Catarino está lanzando el tema La mujer perfecta, una canción que, aunque no compuso por un ‘bloqueo mental’ confesado por él mismo, va dedicada a su esposa y a su madre, fallecida hace cuatro años, y quien le dejó múltiples enseñanzas de vida.
El cantante de temas como La manzanita y Qué chulos ojos recordó cómo fue su relación con la señora, quien siempre lo alentó a seguir avante en el mundo de la música pese a sus obstáculos y dificultades personales.
“(Recuerdo que me decía) que sea siempre una persona de palabra, responsable. Recién salido de La academia, era tanta la presión de la fama que ella me dijo: ‘Este es tu trabajo, si no te gusta enciérrate, guárdate; la gente no sabe si tienes un problema o si tienes hambre, pero este es tu trabajo’. Siempre me inculcó respetar a la gente, y eso lo veo en el cariño y la lealtad que el público me da”, contó el cantante a la revista TVyNovelas.
El recuerdo de su madre trajo a colación los duros episodios que Erasmo vivió en su juventud, pues fue víctima de la discriminación en distintas ocasiones. Así lo recordó el hombre de hoy 44 años:
“Me crie con ella desde la secundaria; la primaria la cursé en comunidades donde se habla mi lengua materna, náhuatl. Cuando llegué a la CDMX no hablaba bien el castellano, la discriminación era pan de todos los días y aprendí a vivir con ella”.
Sin embargo, ante estas muestras de rechazo infundado fue su madre quien le aconsejó y le inculcó la idea de sentirse orgulloso de ser quien es y de su origen:
“Ahí apareció mi mamá diciéndome: ‘No hagas caso’, y es de ahí donde también me cuelgo de este tema. Ella siempre estuvo presente; me decía que, antes que todo, debería sentirme orgulloso de quién soy y de dónde vengo. La prepa quizá fue la etapa más complicada, tanto que decidí salirme de la misma y me fui a un Bachilleres donde fue mi nicho y ahí me quedé”, recordó el artista.
Sin embargo, esta condenable situación también se repitió al interior del ambiente artístico, pues Erasmo sufrió el rechazo de parte de algunas personas; no obstante, el apoyo de su madre fue crucial para que no le afectara.
“Cuando llegué al medio la discriminación era normal; la sufrí por parte de uno o dos cantantes o agrupaciones, pero siempre he tomado las cosas de quien vienen. Mi caso no es único, varios han pasado por esta situación y lo han vivido de diferente manera; en mi caso, por mi estatura, mi color de piel, mi lengua, mi origen... Mi madre fue fundamental para superar todo eso y que no me afectara. Cuando me encuentro con una persona así siempre me hago a un lado”, afirmó el intérprete de regional mexicano.
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