La Ciudad de México ha sido cuna de grandes arquitectos en su historia. Parte de su legado, forjado desde hace siglos, aún se encuentra entre las calles de la mítica metrópoli. Algunas de las obras más emblemáticas levantadas entre el siglo XIX y el siglo XX perecieron con el paso de los años, sin embargo, hoy en día es posible encontrarse con algunas de las que fueron las edificaciones más sobresalientes de su tiempo, aunque las condiciones en las que se encuentren no sean un reflejo de sus mejores años.
Hotel Reforma CDMX
El hotel Reforma se encuentra sobre la avenida que lleva su nombre, esquina con París, en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México, justo enfrente de donde ahora se encuentra la Cámara de Senadores. Se inauguró en 1936, siendo el hotel más lujoso de su época; era el punto de llegada obligado de todo personaje importante que pisaba la CDMX en dichos años.
Fue diseñado por el precursor de la arquitectura moderna en México, Carlos Obregón. Por su parte, un joven Mario Pani, recién egresado y de regreso de París se unió al proyecto bajo la instrucción de su tío, el ex ministro de Hacienda Alberto Pani. No obstante, el genio de ambos arquitectos chocó, desembocando en el abandono de Obregón al proyecto.
El hotel, inaugurado el 23 de diciembre de 1936, fue la sensación a su estreno gracias a que contaba con el restaurante/centro nocturno Ciro’s y un roof garden. Asimismo, el hotel contenía un mural de Diego Rivera.
Actualmente se encuentra cerrado, mientras la memoria de su lujoso esplendor entre las estrellas y la clase alta del siglo pasado, quedan atrás. Hoy en día conserva sus detalles art decó, su marquesina, pero no su característica “R” en su fachada.
Teatro Blanquita
El emblemático Teatro Blanquita fue inaugurado en 1960 en el centro de la Ciudad de México por los empresarios teatrales Margarita Su y Félix Cervantes. La construcción, que en sus inicios se llamaba Teatro-Salón Margo, se convirtió en uno de los lugares más visitados por el público, gracias a sus shows vulgares, como los conservadores les llamaban.
El Blanquita debutó tras la destrucción de su antecesor, el Margo, que fue demolido por órdenes del regente capitalino de aquel entonces, Ernesto Uruchurtu, por no cumplir con las medidas de seguridad apropiadas.
En el mismo lugar, Su y Cervantes edificaron el Teatro Blanquita, nombrado así por su hija, Blanca Cervantes. El nuevo recinto se inauguró el 27 de agosto de 1960 con aproximadamente 2 mil butacas.
Desde 2015 el teatro cerró cuando las compañías operadoras abandonaron sus funciones en él por la baja rentabilidad. Desde entonces permanece a la espera de su renovación o su fatídica demolición.
Condominio Insurgentes 300
El Condominio Insurgentes 300, también conocido como el edificio Canadá, fue hace más de medio siglo una promesa de proceso en la Ciudad. Con sus 17 pisos de altura, construido entre 1955 y 1958, el inmueble se convirtió en la sensación por ser los primeros condominios de gran tamaño en la CDMX, y que además incluía un complejo de oficinas, estacionamiento y helipuerto. Dentro de alguna de sus 420 oficinas se instalaron Silvia Pina y Mauricio Garcés.
El coloso ha sufrido tres grandes terremotos, motivo por el cual fue sucumbiendo ante las desgracias. Tras el sismo de 1957 en la capital del país, fue pospuesta su inauguración hasta un año después. Su construcción fue inspirada en el international style, característico por el uso de figuras geométricas asimétricas y las grandes superficies lisas de vidrio, así como el uso de un solo color.
Con el terremoto de 1985, la edificación presentó daños estructurales, por lo que poco a poco fue siendo abandonado. Por su parte, un incendio en el piso 15 y el asesinato de un magistrado a finales de siglo, acabaron por enterrar la imagen de progreso y futurismo del complejo.
En los últimos años ha sufrido varios desalojos y hasta clausuras; las razones: la concentración de puntos de droga y el sismo del 19 de septiembre del 2017.
Teatro Lírico
El Teatro Lírico de la Ciudad de México fue inaugurado en 1907 por el entonces secretario de Educación Pública, justo Sierra. Actualmente se ubica en la calle de República de Cuba, en el centro histórico. Originalmente contaba con el espacio para reunir a mil 800 personas. en sus primeros años fue afamado por presentar las mejores puestas en escena. Personajes como Clavillazo y Tin Tan se presentaron ahí.
Hacia la década de los 80, el teatro comenzó a ir en declive, pues las pocas funciones que presentaba no contaban con mucha afluencia. Fue con el sismo de 1985 que se declaró su clausura. Actualmente solo queda su fachada debido a una demolición parcial que tuvo.
Centro SCOP
La antigua sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) se encuentra actualmente sobre Xola y Eje Central Lázaro Cárdenas, en la Narvarte. Ahí se instaló la que entonces era la SCOP, ahora Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). El inmueble comenzó su construcción en 1953 a cargo del arquitecto Carlos Lazo para convertirse en la sede de la institución.
En su intervención participaron diversos muralistas entre los que se encuentran Juan O’Gorman, Rodrigo Arenas Betancourt y José Chávez Morado. Es una obra famosa gracias a los murales que la cubren. También, la edificación fue considerada una eminencia de la arquitectura moderna.
Su descenso comenzó con los sismos de 1985 y de 2017. Con el primero, quedaron destruidos los tres pisos superiores de la edificación, y con el de 2017 se terminó por desalojar, para quedar completamente desocupado en la actualidad.
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