Agustín Lara se caracterizó por ser uno de los compositores más románticos de México, pero su faceta de hombre apasionado lo llevó a cometer crímenes, como lo fue amenazar a Yiyi Gasca de darle un balazo si lo dejaba.
Así como en alguna ocasión lo confesó María Félix, varias parejas de Agustín Lara llegaron a sentir que sus vidas peligraban estando junto al compositor, pues en algunas ocasiones llegó a actuar de forma impulsiva poniendo como pretexto los sentimientos que experimentaba por ellas.
Yolanda Yiyi Gasca fue una de las mujeres que confirmó las palabras de La Doña, pues destapó que durante su matrimonio con el Flaco de Oro vivó un atemorizante momento cuando su esposo le mostró que tenía en sus manos varias pistolas, las cuales estaban listas para finalizar con su relación sólo a través de la muerte de ambos.
Yiyi Gasca contrajo matrimonio con Agustín en 1953 luego de meses en que el compositor le prometiera que sí se casarían; sin embargo, no hubo una ceremonia real, nunca llegaron a unirse por el civil ni por la iglesia, pero ambos se sentían comprometidos por su amor.
Desde el inicio de su relación como esposos, Yiyi se dio cuenta de la forma en que Lara buscaba abarcar cada espacio de su vida, pues la celaba y quería que siempre estuviera a su lado, de lo contrario, él pensaba que le estaba siendo infiel.
No obstante, el compositor de Noche de ronda sí engañaba a Yiyi, y lo hacía de forma constante, al punto en que ella y la mayor parte de las personas que los rodeaban sabían de sus amoríos.
Luego de muchas escenas de celos e injusticias por parte del compositor, Gasca se dio cuenta de que ya no quería seguir viviendo con su esposo, por lo que un día se dirigió a él y le dijo directamente que hasta ahí llegaba su matrimonio porque ya no se sentía libre.
Era la primera vez que el Flaco de Oro no terminaba con una de sus relaciones, por lo que no tomó nada bien el anunció de Yiyi y le pidió que la acompañara a ver su colección de armas de fuego y le dijo: “Mira, si te vas, me doy un balazo y me doy otro yo”.
La amenaza era algo real y ella lo sabía, por lo que no le quedó de otra que, en vez se asustarse, le reclamó el ser tan egoísta con sus pensamientos y se dispuso a marcharse de la casa de Lara. No obstante, al saber que si se volteaba sin más esas serían sus últimas palabras, buscó la mejor forma de defenderse según la situación.
La bailarina tomó una de las armas y le advirtió a Agustín que si no lograba acertar el tiro para asesinarla en lo que llegaba a su habitación, ella se voltearía en cuanto escuchara el balazo y lo mataría.
Con el miedo de saber que estaba caminando sus últimos pasos, Yiyi avanzó hasta su recámara, pero le sorprendió que en vez de escuchar el tiro, escuchó cómo Lara salía de su casa ya que no soportó ver cómo comenzó a guardar su ropa en maletas.
El fin de su matrimonio habría afectado tanto al Flaco de Oro que enfermó de gravedad y tuvo que ser internado en un hospital por cinco días e, inclusive, se alejó de todos sus amoríos que tenía en ese entonces.
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