Durante la Época de Oro del cine mexicano Jorge Mistral se convirtió en uno de los actores favoritos a nivel nacional, era admirado por su belleza y talento al actuar. Siendo uno de los histriones más importantes de la pantalla grande y chica, nadie se esperaba que el fin de sus días llegara por sus propias manos, pues se quitó la vida a los 51 años.
Jorge Mistral nació en Valencia, España, donde inició su carrera como actor de teatro mientras estudiaba la universidad. Desde el inicio tuvo papeles de galán, pues sus facciones varoniles lo hacían destacarse de entre sus colegas.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que llamara la atención de productores de cine, quienes comenzaron a ofertarle cuantiosos y prometedores contratos para que incursara en el séptimo arte. La primera empresa con la que firmó fue Cifesa, la que para entonces era una de las productoras españolas más importantes.
Durante sus primeros años en la pantalla grande filmó cintas como La llamada de la mar, Ángela es así, Mar abierto y Misión blanca, las cuales para entonces no tuvieron gran popularidad, pero marcaron el inicio de una exitosa trayectoria en el cine.
Para ese entonces, Jorge no había abandonado el teatro, sino que inclusive las películas en las que había participado habían impulsado aún más su carrera en los escenarios. Fue así como llegó a México a finales de los años 50, con una gira teatral que lo llevó a viajar por Latinoamérica.
Llegado a tierras aztecas se convirtió en una de las caras favoritas de entonces gracias a la película El derecho de nacer, cinta que logró catapultar su fama en México durante sus años dorados.
Algunas de sus participaciones más aclamadas en el país fueron en Camelia, junto a María Félix; Deseada, junto a Dolores del Río; La hermana blanca, junto a Yolanda Varela; El derecho de nacer, junto a Gloria Marín, entre muchas otras.
En medio de una muy exitosa carrera como protagonista de películas y siendo el personaje estelar de telenovelas, en 1969 fue diagnosticado con cáncer de duodeno, pero él decidió ocultar esto a casi todos sus amigos, compañeros, hasta su esposa, Olga Marchetti.
El futuro de Mistral no fue alentador desde el principio, por ello es que él decidió luchar contra la enfermedad solo, ocultándola de la mayoría de las personas que lo rodeaban, menos de Víctor Alcocer, uno de sus compañeros al momento de su muerte.
Según destapó Víctor, Jorge en muchas ocasiones tenía que encerrarse en los camerinos debido a los dolores que le provocaba el cáncer. Su única forma de contrarrestarlos era con vodka y calmantes, pero nunca fue suficiente.
Meses antes de su muerte, el español comenzó a perder el apetito, algo sumamente raro en él, que le gustaba recordar a su país natal a través de la comida. Poco a poco dejó de comer la misma cantidad de comida que solía ingerir, por lo que bajó significativamente de peso, algo que también habría afectado su salud.
Jorge fue consciente de cómo cada vez se le acumulaban más achaques, así que, a pesar de los sueños que tenía de poder triunfar como productor de cine y empresario, tomo una drástica decisión para frenar su dolor, pero también su vida.
El 21 de abril de 1972 dentro de su residencia en la colonia Nápoles, el histrión le dio fin a sus penas mientras su esposa dormía plácidamente. Sin haber mostrado signos de depresión o desesperación, Jorge se quitó la vida de un balazo.
A sus 51 años Mistral dejó decenas de proyectos inconclusos, varias telenovelas sin un protagonista y dudas que marcaron las vidas de sus seres queridos, quienes se enteraron de su cáncer hasta días después de su muerte.
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