Aunque los mexicanos suelen ser muy unidos para muchas cosas, hay algo que suele generar gran debate entre los residentes de otros estados y los de la Ciudad de México. Y es que, -más allá de si las quesadillas llevan queso o no- en la capital del país los habitantes suelen comer tortas de chilaquiles o, incluso, de tamal. Algo que no es bien visto por muchos o que causa confusión al respecto.
Es por eso que, en esta ocasión, un usuario de TikTok llamado Felipe Pérez (@paippperez) y originario de Torreón, Coahuila, se volvió viral tras contar su experiencia al mudarse a la CDMX y encontrarse con estos extraños platillos.
“Yo soy del norte y cuando llegué a vivir a la Ciudad de México se me hacía tan raro que hicieran eso y es que la gente de aquí hace torta de absolutamente todo. Si pudieran harían una torta de bolillo, bueno, el caso es que me rehusé mucho tiempo a probarlas hasta que lo hice y calladón de hocico que me dieron”, comenzó a decir.
Felipe contó que, para su sorpresa, el sabor de estas combinaciones fueron algo bastante rico y resaltó que su favorita es la torta de chilaquiles rojos. Asimismo, exhortó a quienes están renuentes a probar estas tortas a que lo hagan.
“La verdad están muy buenas, más de lo que me esperaba. Si nunca lo has probado, date la oportunidad y te vas a dejar de preguntar ¿por qué los chilangos comen torta de chilaquiles y tamal?”, sentenció.
Los usuarios de redes sociales no tardaron en reaccionar y varios señalaron que, además de los alimentos anteriormente mencionados, existen otros aún más extraños.
“También nos comemos los chilaquiles con tortilla”. “Torta con plátano”. “También hay tortas de suadero y de carnitas”. “Los tecolotes (molletes con chilaquiles) gratinados son muy cool”. “Hay tortas de helado también”, fueron algunas de las menciones en redes sociales.
Y, como no podía faltar, gran parte de los usuarios dejaron a un lado la temática de las tortas y se centraron en la famosa problemática de si las quesadillas deben llevar siempre queso o no. A lo que el tiktoker no tardó en responder:
“Los apoyo con las tortas, pero las quesadillas sin queso jamás lo voy a entender”, escribió.
Pero, volviendo al tema de las tortas, la Ciudad de México tiene de todo tipo, tamaño y sabores. Hay desde las más mesuradas en las torterías tradicionales o las gigantes que ofrecen algunos puestos ambulantes.
Este delicioso platillo que ha trastocado la vida diaria de los mexicanos nació en 1892 en un puesto en la calle Motolinia en el Centro Histórico de la Ciudad de México, de acuerdo con la tradición oral y periodística.
Tortas del Espíritu Santo, presente desde 1892, cuyo dueño Armando Martínez Centurión se le atribuye tan magna obra y el título de creador de las tortas cuando, utilizando un pan francés, una telera, la partió por lo largo e introdujo en ella un pedazo de milanesa. Para 1949 ya era más que conocido su puesto de tortas y con el tiempo que le corría por detrás, se ganó el nombre de Tortas Armando.
El puesto estaba ubicado en el callejón del Espíritu Santo, hoy calle Motolinia, y de acuerdo con el escritor Artemio de Valle-Arizpe, quien era asiduo del lugar, era un zaguán pequeño con un ladrillo de madera que hacía de barra. Las tortas se preparaban con más o menos los mismos ingredientes que se utilizan ahora: frijoles, lechuga picada, milanesa empanizada, bacalao, chorizo, queso, jamón, entre otros. Las tortas en el puesto eran acompañadas con agua de chicha, una combinación de naranja, piña y limón.
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