Agustín Lara fue uno de los más importantes compositores de México, se sabe que su inspiración surgía de las mujeres, pues habría tenido al menos cuatro esposas y a todas les compuso una decena de canciones, pero debido a su ajetreada vida amorosa, en muchas ocasiones les hizo pensar a sus amadas que estaba casado con ellas, cuando sólo montaba sus bodas.
Registros oficiales apuntan a que Agustín Lara se casó por lo civil con tres mujeres a lo largo de su vida. La primera fue Esther Rivas Elorriaga, quien tuvo que demostrar que era su esposa por la ley y por la Iglesia ya que él siempre lo negó; la segunda de quien se han expuesto los documentos de su unión fue María Félix; la tercera y última fue su hija adoptiva, Rocío Durán, quien primero se casó por el civil en México y en España Francisco Franco les organizó la unión religiosa.
Sin embargo, no habrían sido las únicas mujeres que en algún momento defendieron haber llegado al matrimonio con el Flaco de Oro, pues hubo otras cinco artistas que supuestamente celebraron su boda con Agustín, pero en ningún momento contaron con algún documento oficial que les comprobara que su unión había sido real.
Angelina Bruschetta, Carmen Zozaya, Yolanda Yiyi Gasca, Vianney Lárraga y Raquel Díaz de León habrían sido algunas de las esposas de Lara que no pudieron comprobar haber estado casadas con el compositor, pero sí tenían fotos de cuando llegaron al altar.
Según reveló en una entrevista Yiyi Gasca, era costumbre que Agustín Lara conociera a una mujer tras otra, conviviera o mantuviera algún tipo de relación con dos o tres al mismo tiempo y les hablara de matrimonio.
A Yiyi la conoció cuando él tenía 60 años, mientras que ella alrededor de 20. Gasca comenzó a ganar fama entre los centros nocturnos y cabarets como bailarina, su belleza conquistaba decenas de corazones, entre ellos el del intérprete de María Bonita.
Su romance habría comenzado como cualquier otro; él fue muy detallista, le daba lujosos regalos como un caballo y los automóviles más costosos, la invitaba a cenar a costosos restaurantes, le enviaba cartas, una flor diario y le componía canciones.
Yiyi cayó rendida ante el romanticismo del Flaco de Oro y aceptó comenzar a tener un noviazgo con él. Fue cuestión de algunos meses para que Lara le confesara que quería casarse con ella.
Cuando la bailarina escuchó estas palabras por parte de su novio, no pudo contener su felicidad, pues era una de las cosas que ella más deseaba. En cuanto recibió la propuesta de matrimonio, aceptó.
Sin embargo, Yolanda no esperaba que su boda no se tratara de otra cosa, mas que de un montaje.
Agustín le compró un costoso vestido de novia a la bailarina y, en vez de acudir a alguna iglesia para planear su ceremonia de nupcias, contrató a diferentes personas para actuar su boda, según Yiyi destapó.
Hicieron una sesión de fotos e, inclusive, también les habrían tomado fotos cuando se estaba desarrollando la unión, pero ésta no fue real.
Yiyi aseguraba que el Flaco de Oro hizo esto en varias ocasiones pues de su primera esposa no pudo divorciarse por la Iglesia, y por el civil los divorcios eran tardados.
Es por ello que se han podido publicar fotografías de algunas de sus supuestas bodas, pero sólo tres de ellas fueron reales y tienen como respaldo de su veracidad la documentación oficial.
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