A pocos días de haber sido reintegrada a su labor como alcaldesa –tras la denuncia en su contra de dos policías auxiliares por agresión física- , Sandra Cuevas volvió a sus funciones en Cuauhtémoc, la alcaldía de la Ciudad de México que desde finales de abril ha visto desaparecer los vistosos y coloridos rótulos que promocionaban tortas, tacos y cocteles, donde de un día para otro esos puestos metálicos en la vía pública lucieron todos iguales.
Como parte de su “Jornada Integral del Mejoramiento del Entorno Urbano”, la abanderada de la coalición Va por México determinó homologar la imagen de gran parte de los puestos de metal que ofrecen variedades gastronómicas, jugos de frutas, antojos, enseres, talleres de costura y hasta son estéticas unisex ambulantes o fijas.
Lo que antes se vio como una fantasiosa torta de jamón con enormes rodajas de jitomate y lechuga desbordante, ahora es una plana blanca metálica con el logotipo estampado de la alcaldía y el slogan en curso: “Es tu casa”.
Infobae México conversó con Tamara de Anda, escritora e integrante del colectivo Re Chida (Red Chilanga en Defensa del Arte y la Gráfica Popular), una iniciativa que busca darle el valor histórico, sociológico y artístico a los rótulos de la ciudad, y revertir el daño que la alcaldesa cometió al atentar contra la autonomía de las manifestaciones visuales de los ciudadanos de poder anunciar sus negocios “como se les plazca”.
“Nos parece una medida autoritaria que no tiene absolutamente un fundamento, por qué tendrían estas personas que tienen sus negocios, que además son importantísimos para la vida y la economía de la ciudad, padecer las arbitrariedades, las ocurrencias de la administración en turno”, dijo De Anda, quien junto a un grupo de diseñadores, historiadores y cronistas conformó el colectivo que ha estado teniendo gran actividad: en los últimos dos días creció más de 4 mil followers en su cuenta de Instagram, demostrando que la apreciación del arte urbano es de interés de la población.
“Esta ha sido la chispa que prendió a la gente que no necesariamente estaba politizada, se metió con un tema de cultura, de identidad, de algo que apreciamos mucho las personas chilangas, independientemente de por quién votamos, o si nos interesa votar, esto ya es personal, responde a un proceso de lo que ella entiende por limpieza”, expresó la vocera de la iniciativa que se difunde en redes con el marcador #ConLosRótulosNo
Aunque la alcaldesa -quien ha sido señalada por bloquear a los ciudadanos que cuestionan su proceder como funcionaria pública- consigna que la acción de su gobierno es “por orden y disciplina” y que la nueva imagen de las estructuras de metal derivó de un “consenso con los puesteros”, Tamara dice ser testigo de que los dueños de los negocios fueron sometidos a una medida impuesta sin haberles tomado en cuenta:
“Tienen mucho descontento, están enojades, frustrades, no se quieren meter en problemas por el carácter autoritario de esta administración…“, contó la comunicadora también conocida como Plaqueta en las redes sociales, por otro lado destacó la importancia de preservar un oficio histórico que ha contribuido a darle identidad a la ciudad capital a través de las décadas.
“Además el de los rotulistas es un oficio valiosísimo en peligro de extinción, algunos ya se murieron, algunos tuvieron que cambiar de giro, no han podido heredarlos a las nuevas generaciones porque se dedican a otras cosas porque no es rentable”.
Re Chida cuestiona el hecho de por qué algunos locales tienen que ceder a las imposiciones de la alcaldía, mientras empresas privadas , muchas de ellas extranjeras, no son obligadas también a cambiar su identidad corporativa para alinearse a la “disciplina y el orden” que Cuevas pregona como grito de batalla:
“Es un atentado contra su trabajo. Deberían tener la libertad de promocionar sus productos como mejor les parezca. Es además una medida sumamente clasista, a ver pónganle el logotipo de la alcaldía al Oxxo, Starbucks, Walmart, La Casa de Toño, McDonald’s. ¿Por qué unos negocios sí y unos negocios no? Está convirtiendo el derecho de tener una identidad gráfica y de comunicar libremente tu negocio para con tus potenciales consumidores, en un privilegio de clase”
“La limpieza y belleza de la alcaldía es tarea de todos”, dijo Sandra Cuevas en una de sus jornadas, ante esto, es de cuestionarse la idea de limpieza que se tiene cuando se trata de borrar todo rastro de identidad para cambiarlo por una capa de pintura blanca y el sello homologador de la administración en turno.
Los objetivos del colectivo son que la alcaldía retire esta medida, se reconozca a nivel gubernamental el derecho a la libre expresión entre los propietarios de comercios en la vía pública y que el gobierno de Sandra Cuevas resarza el daño empleando a artistas independientes.
“Los puesteros nos han contado a regañadientes que tienen mucho miedo. Pedimos que la revierta, que vuelva la libertad de las personas de expresarse gráficamente como se les dé la gana, nada de ‘paleta de color’, no somos un pueblo mágico’…Si no lo quiere echar para atrás, apelar al gobierno local para que proteja la gráfica popular y que haya alguna regla por escrito para que diga que hay libertad para expresarse y los puesteros de todas las alcaldías puedan pintarlos como quieran”.
Se busca también lograr que la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México reconozca el valor cultural de los rótulos urbanos para brindarles protección desde el Estado: “Aprovechando esta coyuntura, quisiéramos apelar a las autoridades del gobierno de la ciudad de México y al Congreso a que desarrollen esta protección de que no vuelva a ocurrir”.
Rotulistas, comerciantes, su relación con sus clientes, la creación de lazos y comunidad son aspectos a considerar para defender la autonomía del oficio en la ciudad y sus implicaciones sociológicas y culturales, algo que parece no haber interesado a la alcaldesa.
“Hay muchos puestos con historias, de rótulos que pintó el papá, el abuelo o la hija, que tienen mucho significado para las comunidades y para los barrios. Rótulos tan emblemáticos como el de “Los arroces del Baby face”, una joya y ya no está por una arbitrariedad”.
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