Lis Vega confesó que actualmente ya no está dentro de sus planes convertirse en madre después de que durante su juventud intentó embarazarse, pero no pudo conseguirlo debido a la enfermedad que padece. La bailarina abrió su corazón para compartir su testimonio sobre el difícil proceso que atravesó al enterarse que no podía concebir y cómo logró superarlo.
La protagonista de Santa diabla concedió una entrevista para El minuto que cambió mi destino, programa de Imagen Televisión bajo la conducción del periodista de espectáculos, Gustavo Adolfo Infante. Durante la charla, recordó el crudo momento que atravesó hace aproximadamente 10 años cuando tomó la decisión de ser madre.
Después de varios intentos acudió al médico en búsqueda de información, pues quería ser mamá. Le realizaron estudios para averiguar si existían factores que obstaculizaran su embarazo y el diagnóstico fue endometriosis. De acuerdo con la Secretaría de Salud, es un padecimiento que se presenta cuando el endometrio “Se descama y esos restos crecen fuera de la matriz e invaden la zona abdomino-pélvica”.
La endometriosis se puede presentar entre los 11 y 55 años de edad; entre los síntomas destacan fuertes dolores durante el periodo menstrual y dentro de las consecuencias se encuentra la infertilidad. Después de que Lis Vega se enteró de su padecimiento decidió someterse a un tratamiento hormonal, lamentablemente no dio resultado y solo le ocasionó malestares.
“Ese tratamiento hormonal fue muy duro porque el tratamiento de endometriosis es un tratamiento en donde te llega a los 36 años una menopausia porque prácticamente dejas de menstruar, empiezas a subir de peso, te empiezas a deprimir, empiezas a llorar por todo, estas irritable, te empiezan a dar sudoraciones y fue muy difícil”, declaró.
Para la bailarina fue muy complicado aceptar que no sería madre y durante un tiempo buscó llenar el vacío que sentía con mascotas, pero no fue suficiente así que enfrentó la realidad y, aunque no aclaró si asistió a terapia o no, aprendió a vivir con ello.
“En esos momentos fue cuando tuve 50 mil perros y era, de alguna manera, buscar por ahí el conducto a la falta que tenía yo de engendrar un hijo y traerlo a este mundo. Me dolió tanto, tanto, tanto que me tuve que hacer un chip, terapearme y aprender a aceptar que mi legado en la vida... en mi camino no estaba eso”, dijo.
Tras lo ocurrido, Lis Vega compartió que actualmente ya no quiere ser mamá porque: “Con todo lo que está pasando en el mundo no me gustaría traer un hijo al mundo, la verdad, entonces ya no me afecta”. Comentó que en ningún momento buscó culpables y mucho menos hizo algún tipo de reclamo a sus creencias religiosas. También dejó entrever que encontró refugió en su sobrina de tan solo 4 años.
Por otro lado, Lis Vega es considerada como una de las mujeres más guapas del espectáculo debido a que conserva su espectacular figura a sus 44 años gracias a su disciplina con el ejercicio y, aunque muchos piensan que se ha sometido a la liposucción, no es así, sólo ha aumentado sus glúteos y busto.
“Yo nunca me hecho lipo, toda la vida he hecho ejercicio. Estoy, gracias a Dios, muy bendecida porque tengo piernas, me ha costado mucho hacerme las pantorrillas, las piernas, los hombros”, declaró.
La cubana contó que después de algún cambio de implantes enfrentó una situación bastante complicada debido a que su herida no cerraba aunque siguiera todas las medidas pertinentes. La preocupación aumentó cuando después de 10 intervenciones seguía en la misma situación y fue gracias a un tratamiento que su operación logró cicatrizar.
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