Pese a que cualquier deceso es lamentable, cuando se trata de una figura pública, este tipo de noticias suele causar una enorme conmoción entre sus fanáticos o el público que alguna vez llegó a escuchar sobre la carrera artística de ciertos famosos.
Chalino Sánchez se encontraba en pleno ascenso de su carrera; tras una vida llena de sucesos desafortunados, el intérprete de Nieves de Enero comenzaba a ganarse el corazón del público mexicano que lo seguía por su inconfundible voz y por su innegable talento para componer corridos.
Este lunes 16 de mayo se cumplen 30 años desde que el “Rey de los Corridos” ofreció un último concierto en su natal Sinaloa, para que posteriormente su cuerpo fueran encontrado entre unos matorrales amarrado de manos, tobillos y con dos impactos de bala en la nuca.
En redes sociales circula el video del último concierto de Chalino Sánchez en donde antes de interpretar su famoso tema Alma Enamorada, recibe una nota con una supuesta amenaza, no obstante, el oriundo de Sinaloa ignora el mensaje que le fue entregado y continúa su interpretación.
Una de las versiones de su muerte apunta a que al salir de dicho concierto el vehículo en el que viajaba fue interceptado por un grupo de hombres armados que se hicieron pasar por policías, quienes le dijeron a su equipo que su comandante quería hablar con el compositor a solas.
Chalino Sánchez, consciente de las amenazas que había recibido y con la intención de no exponer a su equipo, accedió a irse con los presuntos policías. Esa fue la última vez que se le vio con vida.
Otra de las muertes que causó gran conmoción entre el público mexicano fue la de Valentín Elizalde, mejor conocido como el “Gallo de Oro”. Corría el año 2006 cuando el intérprete de Lobo Domesticado fue acribillado mientras salía de un concierto en Reynosa, Tamaulipas.
De acuerdo con el relato de Fausto Elizalde, también conocido como Tano, tres hombres descendieron de sus automóviles y abrieron fuego en contra del cantante. Los peritajes indicaron que se trataba de armas AK-47, AR-15 y .38 súper.
En la escena murieron Mario Mendoza Grajeda, el representante artístico de Valentín Elizalde, su chofer Reynaldo Ballesteros, y el cantante oriundo de Jitonhueca, en el estado de Sonora.
Una de las versiones más fuertes en el caso de Valentín Elizalde fue que su asesinato fue ordenado por un capo del crimen organizado, después de que el “Gallo de Oro” interpretara el tema A Mis Enemigos -presuntamente dedicado a el Chapo Guzmán- en territorio de el Cártel del Golfo quienes mantenían rencillas con el Cártel de Sinaloa.
Valentín Elizalde falleció 14 años después que Chalino Sánchez, no obstante, ambos trágicos sucesos coinciden en ciertos puntos que hasta la fecha parecen haberse adoptado por los riesgos que enfrentan los actuales intérpretes de corridos y del género regional mexicano.
La primera similitud entre ambos casos es que tanto el “Rey de los Corridos” como el “Gallo de Oro” se encontraban en puntos clave de su respectiva carrera artística, pues el contaban con el respaldo del público mexicano, mismo que los impulsó a cosechar éxitos que les comenzaban a dejar fama y dinero.
Una bala, en diferentes tiempos y espacios fue la encargada de terminar con la vida de ambos intérpretes. Del mismo modo, tanto Valentín Elizalde como Chalino Sánchez padecieron una muerte violenta atribuida a diferentes organizaciones criminales que, hasta la fecha, continúan teniendo presencia en el país.
Adicionalmente, tanto el intérprete de Vencedor como el de Baraja de Oro, fueron interceptados al salir de uno de sus conciertos en el norte de México, el primero en el estado de Tamaulipas y el segundo en su natal Sonora.
Ninguno de los dos cantantes de regional mexicano superaba los 35 años de edad, y pese a que aún quedan cabos sueltos sobre sus asesinatos, lo innegable es el lugar vacío que dejaron tanto para la música mexicana como para todos aquellos fanáticos que gustaban de su trabajo y se identificaban con sus canciones.
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