Uno de las actrices de la Época de Oro con un trágico final fue Alma Delia Fuentes, quien decidió alejarse de la industria del cine desde muy joven y terminó sus días entre basura del garaje de su casa.
Alma Delia Fuentes comenzó su carrera artística cuando sólo tenía nueve años, pues hizo su debut en la pantalla grande con la cinta Sinfonía de una vida (1946). Luego de este primer acercamiento al cine, se dedicó a estudiar artes escénicas, participó en diferentes obras teatrales y fue parte de cientos de películas en su niñez.
En medio de su éxito como niña actriz, Luis Buñuel vio en la histrionisa de 14 años el talento que necesitaba para que fuera parte de su película Los olvidados, la cual sería una de las más apreciadas por la crítica extranjera.
Fue así como Fuentes catapultó su fama internacional con el personaje de Meche, obteniendo con ello su primera nominación a los premios Ariel por Mejor Actuación Infantil.
A partir de entonces, Alma Delia obtuvo decenas de ofertas laborales, logrando posicionarse como una de las actrices jóvenes más importantes del cine nacional.
Participó en películas con gran recibimiento por parte del público como A.T.M. A toda máquina, Las momias de Guanajuato, Las tres perfectas casas y Mi esposa y la otra.
Luego de haber participado en más de 60 películas, a sus 33 años, la actriz anunció que dejaría el séptimo arte y se retiraría del medio artístico para poder dedicarse a su familia.
Su decisión se debió a que, después de haber filmado la película Canción de cuna, la actriz se unió en matrimonio con el primo de Emilio Azcárraga Milmo, Julio Azcárraga. Fue con él con quien procreó a sus cuatro hijos: Alma Delia, Ana Rosa, Bertha Eugenia y Julio.
Fue en esa misma época cuando decidió darse un pequeño descanso, luego de haber dedicado por completo su vida a la actuación por ocho años; en ese momento quiso dedicarse a sus bebés.
Pese a sus deseos de convertirse en ama de casa, llegó el divorcio y Alma volvió a su vida de artista con la película Contra viento y marea, en 1962. A partir de entonces nuevamente se dedicó casi por completo a la actuación, aunque también fue una madre responsable. Sin embargo, Alma quería seguir entregándose sólo a su familia.
La actriz decidió darle una segunda oportunidad al amor y se volvió a casar, en esa ocasión con Rafael Río. No obstante, este matrimonio tampoco fue exitoso y también terminó.
Alma decidió no volver a intentar formar una familia, así que se aferró a sus cuatro hijos e intentó darles todo lo que necesitaban, motivo por el cual, después de haber participado en Fallaste corazón (1970), Fuentes finalmente anunció que se retiraría por completo de las pantallas ya que se quería entregar al hogar.
No volvió a aceptar más ofertas laborales ni entrevistas, tenía los recursos suficientes para poder sostenerse económicamente sin el público; se refugió en la casona que compró con las ganancias que había obtenido gracias a los 17 años que le dedicó a la industria del entretenimiento y puso toda su atención en sus hijos.
Fue así como por casi 50 años se perdió el rastro de la intérprete de Chabelita en La barca de oro.
En 2016 sus vecinas comenzaron a pedir ayuda, pues la veían sola en la que fue su lujosa casa ubicada en la alcaldía Naucalpan. Estaba rodeada de basura y excremento de diferentes animales.
Sus cuatro hijos la habían abandonado, aseguraron las vecinas de Fuentes a varios medios. Ella, debido a su avanzada edad, tuvo que refugiarse en su garaje, donde no se bañaba y apenas comía. Murió a sus 80 años de sepsis, consecuencia del entorno en el que vivía.
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