Luego de que César Bono tuviera que ser sometido a una cirugía de emergencia en marzo debido a que tenía el duodeno perforado, confesó que está listo para volver a trabajar, pero no solo por pasión a la actuación, sino por necesidad económica.
Han pasado dos meses desde que César Bono fue internado de emergencia debido a que tenía una úlcera que le provocó una hemorragia y, a las pocas horas, tuvo que ser intervenido por los problemas que tuvo con el duodeno. Estas complicaciones ocasionaron que él, inclusive, pensara que estaba a punto de morir.
Actualmente se encuentra recuperándose de este último procedimiento y se siente positivo en cuanto a su progreso con las terapias, pero está listo para regresar a los escenarios debido a que sus hijos varones y su exesposa dependen económicamente de él, confesó en entrevista con Sale el Sol.
“Muchas ganas (de regresar a trabajar) y mucha necesidad. Tuve cuatro hijos, las hijas están casadas y las mantienen su maridos y yernos, pero los hijos hombres no están casados y todavía dependen económicamente de mí y la mamá de los hijos hombre también depende de mí”
Aunado a ello, reveló que las molestias por la última cirugía a la que fue sometido continúan. Entre dolores y punzadas, también tiene otros problemas de salud que todavía lo preocupan, como es el caso de su vesícula biliar, para la cual todavía necesita un tratamiento.
“(Estoy) muy sorprendido por las secuelas que ha dejado esa operación. Dolores, todos, con decirte que estuve con el cirujano hace tres semanas y le dije de unas pequeñas punzadas, y me dijo: ‘Sí, vas a sentir punzadas, vas a sentir que te jalan, vas a sentir dolor profundo’ (...) Tengo que checar una cuestión de la bilis, de como voy ahí, que hay que tener como una bolsa que no está fija a mi cuerpo, pero sí una bolsa que tengo que cargar por una operación de vida o muerte”, confesó el actor.
Aclaró que todos los gastos que ha tenido por las complicaciones de salud que ha sufrido recientemente los pagó la Asociación Nacional de Actores (ANDA), por lo que no le preocupa ese aspecto.
En una entrevista anterior con Gustavo Adolfo Infante, Bono confesó que debido a esta última cirugía ha tenido que pasar una recuperación aún más difícil que la que tuvo que atravesar cuando sufrió de nueve infartos en 2018.
“Estuve casi el mes (internado), o sea, dos o tres semanas, no recuerdo bien, y estoy en recuperación, es muy dolorosa porque me operaron, entonces a mí ahora sí que nunca me habían metido el bisturí y estoy sorprendido de cómo duele y qué difícil es la recuperación, ahora sí que mucho más que lo del corazón”, dijo en abril.
Agregó que el malestar que sentía en ese momento le impedía hacer casi cualquier actividad, inclusive, prefería no hablar y comunicarse sólo por mensajes para no tener que sobre esforzarse.
Además, la intervención habría sido muy delicada, pues, según le reveló su médico, había muy poca probabilidad de que sobreviviera y calificó de un “milagro” el que hubiera podido sobrellevar todas las complicaciones que sufrió en marzo.
En aquella ocasión compartió que ya no le teme a la muerte, pues está consciente de que debido a los problemas que ha sufrido, actualmente su salud es delicada, pero esto no le ha afectado anímicamente.
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