Carlos López Chaflán fue uno de los primeros actores de la Época de Oro del cine mexicano y uno de los más éxito tuvo en su época, pero tras una larga trayectoria en las pantallas grandes y las carpas, falleció de una trágica forma mientras descansaba del trabajo.
Carlos López y Valles, conocido como Chaflán, comenzó su carrera en el séptimo arte desde la época silente. No obstante, desde su juventud probó suerte en el el teatro, siendo parte de varias carpas del norte de México, principalmente de su natal Durango.
Fue la película El águila y le nopal que hizo su debut en el cine, cinta en la que compartió créditos con Joaquín Pardavé. Desde este filme logró llamar la atención debido a sus peculiares características, entre ellas, que utilizaba un bigote evidentemente falso.
Algunas de sus películas más importantes fueron ¡Vámonos con Pancho Villa! (1935), Allá en el rancho grande (1936), Los millones de Chaflán (1938) y ¡Ay, Jalisco, no te rajes! (1941). Fue precisamente en ésta última película que compartió créditos con Jorge Negrete, a quien acompaña a lo largo del trama.
Supuestamente, el papel de Chaflán en la película era tan importante que inclusive habría sido mejor pagado que el Charro Cantor, quien ya era uno de los actores más importantes del cine nacional.
Gracias a la mancuerna que crearon en la pantalla y la buena relación que mantuvieron gracias a las películas que filmaron juntos, fue que Negrete sufrió la pérdida de su compañero, quien murió de forma funesta y en medio de varios proyectos en Chiapas.
Según recordó Diana Negrete al hablar de la participación de Carlos López en la película ¡Ay, Jalisco, no te rajes!, en 1942 el actor murió sumergido en una laguna.
Existe la versión de que el actor se encontraba en medio de las grabaciones de la que sería su última película, La avalancha o Los emigrantes -aún no se concretaba el título del filme-, o que estaba una larga gira teatral, cuando la tragedia ocurrió.
Después de haber terminado un largo día de trabajo, Chaflán y sus compañeros habrían decidido descansar y divertirse un poco. Entre todos habían organizado lo que parecía ser una pequeña fiesta; había música, comida y, principalmente, bebidas alcohólicas.
Según recordó Diana, los actores se encontraban junto a una laguna o un cuerpo de agua con una profundidad importante, en Tapachula, Chiapas. Luego de haber tomado varias copas y no estando del todo consciente, López tuvo la idea de meterse a tomar un baño.
Chaflán, de quien se desconoce si en verdad sabía nadar o no, entró a la laguna sin pensarlo dos veces y luego de estar en el agua por unos minutos, habría dejado de respirar debido a lo embriagado y lo inconsciente que estaba de sus actos.
Al no ser el único en el mismo estado, sus compañeros no lo habrían podido ayudar a salir del agua, por lo que falleció el 13 de febrero de 1942, a sus 54 años.
La muerte del actor sorprendió tanto al gremio artístico que la película que estaba filmado se llamó La última aventura del Chaflán, como homenaje a su trayectoria artística.
El filme se estrenó meses después del fallecimiento de López y Valles en los cines Rialto, Odeón, Edén, Rívoli, Tepeyac, Venecia y Tacaba, donde no estuvo por mucho tiempo en cartelera.
Otro de los homenajes póstumos que se hicieron al histrión fue El Corrido del Chaflán, tema que varios artistas interpretaron para recodar a su compañero Carlos López.
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