Esther Fernández fue la primera actriz de la llamada Época de Oro y, pese a su gran éxito en pantalla, se vio obligada a retirarse a los 37 años.
Nacida en Jalisco en 1915, Esther Fernández desde pequeña mostró un gran interés por las artes escénicas, motivo por el que debutó en el cine a los 16 años con la cinta Corazones en derrota. A partir de entonces participó en otras pequeñas producciones de diferentes directores.
Fue hasta 1936 cuando el director Fernando de Fuentes vio en ella un gran talento y la invitó a protagonizar una de sus películas y filmó la primera versión de Allá del rancho grande, junto a Tito Guízar. Con esta cinta se cree que inició la Época de Oro del cine mexicano, pues fue la primera en ganar popularidad a nivel internacional y llevar al extranjero la imagen de lo que era el país en tiempos de la Revolución.
Esther fue una de las primeras en entrar al llamado Star System, donde las actrices eran contratadas según la popularidad que habían tenido en las películas donde habían participado y qué tanto le agradaban al público.
Después de la buena aceptación que recibió con Allá en el rancho grande, la joven histrionisa se convirtió en una de las más codiciadas, por lo que en su corta trayectoria llegó a trabajar en al menos 40 cintas.
Algunos de sus papeles más famosos fueron en Santa, Los de abajo, Doña perfecta, La Adelita y Flor de durazno, mismas con las que ella se convirtió en uno de los prototipos de la imagen que una actriz debía tener.
Durante las grabaciones de La Adelita, película que coprotagonizó junto a Pedro Armendáriz, habría iniciado algún tipo de relación con su colega, por lo que él le habría pedido matrimonio, Esther, pensando que era una broma, aceptó. El actor entonces habría pensado que se trataba de un compromiso real, por lo que fue por un juez para que los casara. Fernández al ver esto, salió corriendo disculpándose.
Tras su éxito en México, que su fama llegara hasta Estados Unidos y el extraño y corto compromiso que tuvo con Armendáriz, fue contratada por Paramount Pictures para que actuara en diferentes películas, pero con la condición de que antes debía tomar clases de inglés, actuación, canto y baile.
Después de meses esfuerzos y pruebas de cámara de la histrionisa para castings de diferentes películas, no saltó a la fama en Hollywood hasta 1946 con Two Years Before the Mast.
Tuvo un corto éxito en tierras estadounidenses, pero decidió regresar a México, donde seguía siendo una de las actrices más codiciadas. Realizó algunas de las producciones más importantes de su carrera, como Doña Perfecta, al lado de Dolores del Río y Carlos Navarro.
Sin embargo, la tragedia llegó a la vida de la actriz cuando fue diagnosticada con hepatitis. Decidió alejarse del medio por un tiempo para luchar contra su enfermedad, y ese retiro se alargó a dos años.
Cuando intentó volver al séptimo arte, a los 37 años, recibió muy pocas propuestas de trabajo, pues supuestamente los productores buscaban nuevos talentos para sus películas. Fue entonces cuando tuvo que despedirse por completo del cine.
A partir de entonces se dedicó a la pintura, que ya era su pasatiempo, pero se convirtió en su trabajo. Ocasionalmente participó en otras producciones, pero ya no recibía la misma atención de antes.
Se sabe que en sus últimos años de vida tenía problemas se circulación, por lo que pidió asistencia en la Casa del Actor dos meses antes de su muerte.
Fue en la Casa del Actor donde falleció el 21 de octubre de 1999 a los 84 años.
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