El mariachi es uno de los géneros musicales representativos de México, pues nació cuando el país todavía se estaba formando durante la colonia española. Hoy tiene reconocimiento mundial, de hecho, es considerado Patrimonio Cultural por la UNESCO. No obstante, esta música regional no se queda sólo en ser sonidos, sino que va más allá, atraviesa países y hace que en lugares como Italia existan personas que se sienten mexicanos por la pasión al mariachi.
Mariachi Tierra de México es un grupo con una larga historia. Está conformado por músicos de Italia, México y otros países que tocan mariachi en Italia. Sus inicios se remontan a décadas atrás, cuando el italiano Fiore Angerame se quedó en México, enamorado del país, para tocar en la Plaza Garibaldi por 15 años. A su regreso a Italia, formó su propia agrupación.
Actualmente Antonella Serafini es la directora del grupo, quien contó a Infobae México cómo su pasión por la música mariachi la llevó a dejar su vida como músico de orquesta y por qué, según ella, este no es sólo un género musical, sino un estilo de vida que la conquistó a ella y a sus compañeros italianos.
¿Cómo es ser un mariachi en Italia?
Pese a que los integrantes del Mariachi Tierra de México se sienten felices cada vez que los contratan para presentarse en algún evento, Antonella confesó que se dedican al mariachi por pura pasión, pues no hay mucho público en Italia, los estereotipos que tienen en la península a veces afectan y no están acostumbrados a que exista el tipo de relación músico-cliente que se tiene en México.
Antonella compartió que, cuando mucho, tienen de 4 a 5 tocadas a la semana, algo que podría ser el mínimo para un mariachi en México. Por tanto, todos los integrantes de su grupo tienen como principal sostén otras profesiones; en el caso particular de Serafini, es profesora de violín en una escuela.
“No puedes vivir del mariachi en Italia. Yo enseño música en una escuela. Todos tienen otro trabajo y el mariachi lo hacen por pasión. Sí se gana dinero, pero no es su primer trabajo; si lo hacen, lo hacen porque les gusta, pero no viven de eso”, dijo.
Recalcó que a Mariachi Tierra de México los une su amistad, que llega a ser como una familia, el amor por México y su música, pero también aquellos italianos o latinoamericanos que los conocen, se identifican con ellos y sus raíces, y se convierten en su público frecuente.
Sin embargo, se enfrentan al estereotipo que internacionalmente se tiene del mexicano y de los mariachis. “Tenemos que cambiar los estereotipos, porque en la mentalidad italiana sigue el sombrero, la siesta y los borrachos (...) son gordos, feos. ”.
Además, el disfrutar del mariachi en vivo, para los italianos significa enfrentarse a un mundo completamente nuevo. En Europa no estarían acostumbrados a tener el acercamiento, la preocupación o la fiesta de la música tradicional mexicana.
Antonella relató que ella ha visto en varias ocasiones cómo el público italiano se sorprende la primera vez que los escucha tocar; “se quedan impactados, sorprendidos”, compartió.
Pese a todos estos obstáculos, los mariachis italianos siguen en pie, intentando llevar la música mexicana a su cultura.
De músico en orquesta a mariachi
Antonella se dedicaba a tocar el violín dentro de una orquesta cuando uno de sus compañeros notó que su energía iba más allá de la música clásica, por lo que la invitó a entrar a los ensayos de mariachi. Ahí, ella encontró su verdadera vocación, por lo que dejó la orquesta y se sumó al mariachi, el cual, para ella, “no es nada más hacer música, es una forma de ser, es una actitud que sacas de adentro”.
Mariachi Tierra de México se conforma de músicos que se sintieron atraídos por la energía que esparcía la música tradicional mexicana, algo que es completamente contrario a lo que se viven en las orquestas.
“La parte más fea de la música clásica es el público. Te miran como si fueras el esclavo, como si te dijeran que ellos te pagan sólo para que tú toques”, confesó Antonella. Asimismo, recordó que “cuando tocaba en orquesta, una sonrisa era una multa, casi”.
Por el contrario, en el mariachi los integrantes de Tierra de México encontraron el calor humano que tanto les gusta. “Hay algo humano; el mariachi toca, el cliente te sigue y lo escuchas. Platicas, te desahogas. Hay un tipo de relación diferente con el músico”.
¿Qué hace a un mariachi?
Antonella reiteró que, para ella, una persona no se puede convertir en mariachi, sino que se nace mariachi; lo que verdaderamente los define es su energía y pasión por la música y la cultura, por ello es que no importa si nacen en México o en Italia, como en su caso, sino cómo viven la música.
“No sirve ser músico, hay que ser desde adentro mariachi. Para ser mariachi tienes que amar la música y amar el clima que se crea cuando tocas. Tienes que tener algo adentro que puede crear una fiesta donde no la hay. Tienes que nacer así”
También resaltó que ser mariachi significa tener amor por las culturas, y no sólo por la mexicana, sino que tener el interés de poder integrar las características de varias, llevar a otro país con cariño y respeto la música tradicional de otro, intentar adaptarlo para que a todo el público le guste, pero nunca sin perder la escancia.
Finalmente, compartió que ella se considera mariachi “en la vida”, pues todo lo que hace, lo hace con la misma pasión y entrega. De esta forma, con estas características del mariachi, se ha convertido en La reina del Huapango, como la llamaron compañeros que tuvo en Guadalajara.
Asimismo, aseguró que considera que actualmente ha llegado a donde deseaba desde el principio de su carrera como músico, sin importar cuántas trabas se hayan presentado en su camino o los obstáculos que representen ser mariachi.
“Soy mariachi en la vida, no nada más como músico. Es cada cosa que hago, cualquier cosa que hago, le pongo todo el corazón (...) No importa el tipo de camino que tomaste, importa a donde llegas. Para mí, el objetivo es llegar al corazón de la gente. Hasta ahorita, lo logré”
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