Carmen Sevilla fue una de las actrices españolas que triunfó en México durante de la Época de Oro, y su belleza y talento la hizo ser una de las estrellas con más pretendientes en el país, por ello es que nunca se dudó que Pedro Infante fuera uno de los primeros que la cortejó al llegar a tierras aztecas.
Luego de su triunfo en España junto a Jorge Negrete en Jalisco canta en Sevilla, Carmen recibió varias ofertas de trabajo para hacer películas con otros artistas mexicanos, entre los que no pudo faltar Pedro Infante, a quien conoció en 1952 para grabar la cinta Gitana tenías que ser.
Su primer encuentro fue en México, cuando comenzó la producción de la película. El Ídolo de Guamúchil no dudó en convertirse en el mejor anfitrión, así que recibió con muchos detalles a su compañera. Ella, al sentir tan calurosa bienvenida, puso toda su confianza en su colega y se convirtió en uno de sus más íntimos amigos.
Debido a la cercanía que existía entre ambos actores, se llegó a pensar e, inclusive muchas personas aseguraron, que los histriones mantuvieron un romance en secreto, pero dicha relación nunca fue confirmada por alguno de los dos.
Por el contrario, Carmen siempre defendió que ella sí se sintió atraída hacia él, pero no habría existido noviazgo alguno.
Durante una entrevista para La historia detrás del mito, la Novia de España compartió que gracias a los detalles que el sinaloense tuvo con ella, cayó rendida ante él, pero la amistad no habría pasado a más.
“Era muy enamoradizo, era muy tierno, muy dulce, muy amoroso, y pues yo... me enganché”
Según dijo la histrionisa, la amistad fue completamente fraternal porque en su compañero encontró a una persona en la que confiar y con quien poder platicar por horas acerca de su natal España, mientras él se dedicaba a contarle secretos de México.
Pese a que la protagonista de La fierecilla domada ha negado que alguna vez mantuvo un noviazgo con el Ídolo del Pueblo, también ha dado a entender que su amistad habría sido muy profunda y que tenía “muchos bonitos recuerdos de él”, lo que hecho que la versión de su amor secreto tome fuerza.
Una de las historias más famosas entre ellos es en la que se dice que, en uno de los descansos de los actores durante las grabaciones de Gitana tenías que ser, Infante decidió llevar a la española a su ciudad favorita y, sin pensarlo, abandonaron el rodaje y se aventuraron a Yucatán.
Supuestamente, los actores escaparon juntos a Mérida, ciudad en donde Pedro aseguraba que sentía libre y donde tenía la mitad de sus propiedades.
Por varias horas, el equipo de producción no supo nada de su paradero, ni siquiera sabían que habían salido de la Ciudad de México, por lo que se preocuparon y comenzaron a buscarlos.
Mientras el quipo de la película estaba pensaban en el posible paradero de sus estrellas, el protagonista de Los Tres García llevó a su amiga con su joyero de confianza, quien también era su íntimo amigo. Pedro habría comprado con el artesano una esclava muy similar a la que él siempre llevaba, como símbolo de su cariño.
Durante su paseo, el cantante habría llevado a la española a visitar la Virgen de Izamal y ella habría quedado fascinada. Al notar su emoción, el Ídolo de México habría decidido regalarle también una joya a la Virgen y le habría mandado a hacer una corona de oro.
Según han manifestado los seguidores del actor, la corona que hasta ahora lleva esta Virgen sería la que le mandó a hacer el sinaloense.
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