Jorge Negrete y Carmen Sevilla llegaron a trabajar juntos sólo en una ocasión y, pese a que su relación era muy buena, el Charro Cantor se rehusó a besarla las veces en que tenía que hacerlo según su guion, pero tuvo que acceder a tener un mínimo acercamiento para que las escenas pudieran grabarse.
Fue en junio de 1948 cuando Jorge Negrete llegó a España en su papel de artista para grabar su primera película en aquel país. Fue muy bien recibido por sus fans y quienes serían sus compañeros de trabajo, entre los que se encontraba Carmen Sevilla, una de las promesas del cine de aquella época.
Sevilla y el Charro Cantor se conocieron cuando comenzó la producción de Jalisco en Sevilla, una producción de México y España, dirigida por Fernando de Fuentes y la primera película en la que ella sería la protagonista.
Carmen era una proclamada fan del Charro Cantor, como la mayoría de las mujeres de entonces, y ella consideraba un honor trabajar con la persona que consideraba su ídolo, por lo que desde el principio la química entre los dos fue muy buena.
No obstante, no fue la química que necesitaban como compañeros de una película de romance, porque nunca se vieron como algo más que amigos.
La película de Jalisco en Sevilla trata de un charro (Negrete) que llega a Sevilla, donde espera reclamar una herencia en medio de su ruina por apostar. Ahí, el protagonista de la historia conoce a Araceli (Carmen), con quien se relaciona sentimentalmente.
A lo largo de la película el guanajuatense mantuvo una muy buena amistad con su colega, a quien veía como casi una discípula, por lo que, cuando llegó la primera escena en la que tenían que besarse, él dijo que no podía hacerlo.
Según compartió Sevilla en La historia detrás del mito, Jorge detuvo el rodaje en varias ocasiones porque decía que no podía besarla ya que ella podría ser como su hija por la diferencia de edad, pues mientras ella tenía sólo 18 años, él tenía 37. Inclusive, la actriz aseguró que él nunca la besó.
“¡Que corten! Si puede ser mi hija, mano. ¿Cómo la voy a besar?”, le habría dicho a Fernando de Fuentes el protagonista de Dos tipos de cuidado durante las grabaciones.
Ya que todos estaban cansados de que cada que él tenía que acercarse a ella de forma romántica simplemente se mostraba reacio a hacerlo, acordaron que sólo la abrazaría, intentarían juntar sus labios y en ese momento se tenía que cortar la toma.
“Ni me besó ni nada, sólo me dio un abracito, pero el besito de boquita no me lo dio”, recordó la llamada Novia de España.
Debido a estos incidentes, Carmen compartió que el grabar el final de la película, donde precisamente tuvieron que besarse, fue muy divertido debido a la reacción que tenía el Charro Cantor porque cada vez que se equivocaba o era notable su contrariedad por tener que juntar sus labios con los de su compañera, se tenía que cortar la toma e iniciarla una vez más.
Por su parte, la española era más que feliz de compartir escenas con el intérprete de Ojos tapatíos, pero en muchas ocasiones llegó a repetir erróneamente algunos de sus diálogos o se trababa al hablar, según ella, por “verlo tan guapo”.
Además de que Jalisco canta en Sevilla fue en donde la histrionisa tuvo su primer papel protagónico, también fue la primera película española en la que Jorge Negrete participó luego de negarse llegar a España por su ideología política.
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