Dora Luisa, hija adoptiva de Pedro Infante, murió de forma trágica 16 años después de la muerte de su padre. En medio de un avanzado embarazo, la joven perdió la vida en la carretera.
María Luisa León y Pedro Infante no pudieron tener hijos biológicos porque ella era estéril, por lo que decidieron adoptar a una de las sobrinas de Pedro, Dora Luisa. Ambos se llevaban muy bien con la niña, siempre convivían con ella y, poco a poco, la fueron haciendo parte de su pequeña familia. Esperaban que ella fuera el símbolo de su amor, aunque la vida de la infante no tuvo esa suerte cuando murió su padre.
El 16 de julio 1948 lograron registrarla como hija biológica de ambos, aunque la madre de ella era una de las hermanas de Infante, Carmela. Según afirmaba la familia del cantante, María Luisa habría sido quien tomó la decisión de adoptarla, pues pensaba que de esa forma podría retener con ella a su esposo en medio de su ascenso a la fama.
Carmela no se tomó bien el hecho de que hubieran adoptado a la niña, pues ella sólo se la había encargado a su hermano debido a que tenía problemas económicos ya que vivía una tormentosa relación matrimonial.
La madre biológica de Dora Luisa, que antes se llamaba Dora Luz, tuvo que resignarse al futuro de su hija, pues ya estaba registrada como si fuera progenitora de su hermano y, además, sabía que Pedro podía darle una mejor vida.
Dora Luisa se crio entre sus tíos, pensando que eran sus padres, hasta que, después de unos años, Carmela le reveló que ella era su verdadera madre. Desde entonces, Dora supo que era adoptada, pero no le importó, pues ya se había encariñado con sus papás.
Según destapó el hermano de Dora, Antonio Infante, en La historia detrás del mito, a la muerte del Ídolo de México, la vida de Dora se convirtió en algo incierto, pues María Luisa se habría desentendido de ella.
Y es que, cuando falleció Pedro, no había hecho testamento alguno, por lo que toda su fortuna fue repartida según la ley. Se determinó que María Luisa recibiría la mitad de la herencia siendo la viuda, mientras que la otra mitad se repartiría entre los hijos del actor.
Cuando esta noticia llegó a oídos de León, ella luchó para que su hija también obtuviera su parte correspondiente de la herencia, no obstante, los abogados de María le advirtieron que seguramente tendría que demostrar que Dora era hija legítima del cantante, sólo así podría acceder a los bienes de su padre. Ya que se comprobaría lo contrario y se metería en problemas legales, desistió y comenzó a hacer a la niña aparte.
Antonio aseguró que su hermana en muchas ocasiones le contaba las injusticias que vivía con su madre adoptiva, pero no podía hacer mucho al respecto, mas que casarse o buscar la forma de sostenerse económicamente.
Fue por ello que Dora se casó y quiso tener un hijo para conformar su propia familia y llenar los vacíos emocionales que su tía le dejó, y así lo hizo.
Poco después de haber celebrado su enlace matrimonial, recibió la noticia de que estaba embarazada y pensaba que finalmente sería feliz al haber logrado uno de sus propósitos, sin embargo, cuando su gestación ya estaba avanzada, un accidente automovilístico le quitó la vida.
Dora falleció el 17 de febrero de 1973, a los 25 años.
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