La reconocida actriz mexicana, Fernanda Castillo, en la más reciente emisión de La entrevista con Yordi Rosado, habló de su extensa trayectoria en el mundo de la actuación. Sin embargo, también ahondó sobre algunos pasajes oscuros en su vida, como las tortuosas dietas a las que se sometió durante su infancia.
La famosa histrionisa de 40 años inició relatando que siempre había tenido ‘complejo’ con su cuerpo desde que inicio la práctica de la actuación durante sus primeras apariciones en el Centro de Educación Artística de Televisa (CEA) y durante su infancia, por ello a los 12 años comenzó a cuidar su alimentación y a emprender su lucha con el peso.
“Me atormentaba... era un tormento, me encantaba la comida, pero la sufría amargamente. Me dolía verme al espejo y no ser como debía ser”, señaló la histrionisa que participó en No manches Frida.
Más adelante explicó que “siempre vivía con esta angustia” de ver alimentos que quería comerse, pero no podía. Asimismo, durante el paso de tiempo empezó a creer en los estereotipos que dictaban dentro de la industria del entretenimiento.
Dicha confrontación con ella misma la acompañó por mucho tiempo, incluso cuando empezaba a dar sus primeros pasos como actriz, pues recibió comentarios negativos centrados a su físico, y, aunque sus padres eran médicos, nunca se acercó para recibir alguna orientación, por el miedo del que dirán.
“Yo no puedo ser la protagonista, porque no son lo suficientemente bonita ni tengo un cuerpo escultural, pues más me vale que tenga talento, entonces a chingarle”, le argumentó a Yordi durante poco más de 15 minutos donde ahondaron sobre el tema de los estreotipos.
La actriz que dio vida a Luisa de la Barrera Azuela en Teresa recordó que uno de los papeles que la confrontó sobre el tema fue el que hizo al protagonizar Dulce Familia, en donde tuvo que subir 12 kilos de peso.
Para dar vida a Tamy, comenzó a comer mucho sin apoyo de un especialista, situación que la hizo regresar a su difícil pasado con los alimentos: “Yo tenía muchas ganas de hacer ese personaje, porque era romper con mi idea de que podía ser exitosa sin ese cuerpo tan cuidado”, enfatizó.
La también pareja de Erik Hayser, recalcó que durante el fin de las grabaciones y tras su subida de peso comenzó a sentir una gran depresión, ya que era un tema que le persiguió durante mucho tiempo.
“Lo subí en tres meses y medio comiendo todo lo que me encontré, lo cual hizo que me tardara un año y medio en bajarlo de la manera más tormentosa del mundo, con las dietas más tormentosas”, dijo Fernanda Castillo.
“[...] Fue fuertísimo, porque además comer esa cantidad de azúcar, esa cantidad de grasa y esa cantidad de carbohidratos me deprimió brutalmente. La estaba pasando mal, porque esa cantidad de azúcar te cansa. Yo estaba en la película y tenía que brincar y me dolían las rodillas que me moría”, añadió.
Para dar fin a su intervención con Yordi Rosado, la actriz aplaudió, que ya exista aceptación de todos los cuerpos tanto en mujeres de la industria artística, así como fuera de la escena pública.
Esta es una de las primeras entrevistas, con una duración superior a una hora que ha realizado la histrionisa mexicana, luego de su reciente embarazo de alto riesgo y después de haber sido internada por una hemorragia obstétrica que casi le cuesta la vida.
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