A través de historias de Instagram, José Eduardo Derbez se dejó ver disfrutando de su ataúd, las grabaciones del joven fueron publicadas en la cuenta de la actriz Ariadne Díaz.
“Yo no sé en que momento terminé subiendo en un elevador junto a un ataúd”, mencionó la actriz, mientras grababa al hijo de Eugenio Derbez y Victoria Ruffo abriendo un féretro de color negro con forro rojo.
José Eduardo se mostró muy feliz en todo momento y se metió al ataúd, al principio se quedó unos segundos totalmente a oscuras en su interior, pues pidió a sus amigos que cerraran la puerta.
Pero después, el joven de 29 años también posó desde el cristal que está diseñado para que las personas den un último adiós a sus seres queridos fallecidos. Posteriormente una de las chicas presentes también se metió al ataúd.
El excéntrico objeto fue adquirido por José Eduardo en medio de la pandemia por COVID-19, en conversación con el canal Pinky Promise, relató que desde su adolescencia, siempre ha sido fan de las cosas “góticas”. Incluso compartió que le gusta dormir abrazando a un muñeco Chucky.
“Siempre me han gustado esas cosas, de hecho como a los 15 años tuve mi época de pintarme las uñas de negro, pupilentes blancos, botas como de cadenas y también tenía como un altar como con cosas negras de la Santa Muerte”, mencionó.
José Eduardo Derbez se dijo fascinado por la idea de verse a sí mismo dentro del ataúd, un objeto reservado para velar y enterrar a las personas que fallecen, en pleno 2020, le surgió la idea de adquirirlo sólo para dormir dentro de él.
Sin embargo, relató a la conductora de Pinky Promise que tenía muchas reservas al adquirirlo, pues temía meterse dentro de un féretro que ya se hubiera usado o rentado. Ante la desconfianza, decidió mandar a hacer un ataúd que estuviera a su medida y con el que se sintiera cómodo.
“Se antoja de repente, ¿no? A mí lo que me dio miedo es que lo mandé comprar, pero dije: ‘¿qué tal que me sale con una uña ahí adentro o pedazos de piel?’ es que mucha gente solo vela a su muertito y lo devuelve, porque lo rentó. Aquí hay gente muy enferma, no yo”, mencionó entre risas.
Una vez con el ataúd en su poder, pasó por momentos de temor al principio, ya que no podía conciliar el sueño dentro del ataúd. “La primera noche sí me dio mucho miedo, sí dije: ‘no manches’, no sabía si sacarlo (...) entonces en la noche me paraba para ir a verlo al otro cuarto y decía: ‘está todo bien’. Me costó un poco de trabajo acomodarme porque sí me sentía como si mi casa fuera Gayosso”, dijo.
Pero con el paso del tiempo, se sintió tan cómodo con su peculiar adquisición, que le dieron ganas de tener relaciones sexuales dentro del ataúd:
“¿Sabes qué? he tenido ganas de echar pasión ahí adentro. Entonces no se puede. Es imposible (...) yo te aseguro que en las funerarias los que cuidan a huev* han metido a la novia y han echado pasión ahí.”, relató sin mayor detenimiento, mientras sus acompañantes hacían caras de extrañeza.
Para que su hermano no se sintiera tan extraño, Vadhir Derbez decidió contar que una vez -cuando no tenía dinero- compró un coche con ayuda de su mamá y se fue a Acapulco con una novia, en medio del viaje, estaban tan emocionados, que tuvieron intimidad en los asientos de atrás y fueron descubiertos por las autoridades.
“De regreso, se nos descompone en media carretera, llamamos a la grúa y en lo que llegaba... pues uno es adolescente, ya sabes, siente y nos fuimos para atrás (...) llegó un patrulla y sí nos tocó y nos dijo que no se podía, que no se qué”, dijo con pena.
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