La boda entre Alicia Cárdenas Solórzano, hija del ex presidente de México, Lázaro Cárdenas, y Abel Salazar llamó la atención desde que se llevó a cabo, en 1944, pues todos en la ceremonia lucían felices entre tanto lujo, menos el actor.
Durante la Época de Oro, el rostro de Abel Salazar resaltó en la pantalla grande desde que tenía 24 años, cuando hizo su debut en el séptimo arte en la película La casa del rencor (1941). Se dice que, después de dicho filme, se alejó de las cámaras debido a que Gloria Marín había roto su compromiso para iniciar un romance con Jorge Negrete.
Fue hasta 1944 que regresó a estar en el ojo público, y no tanto por sus talentos actorales, sino porque se unió en matrimonio con nada menos que Alicia Cárdenas, una de las hija del ex presidente Lázaro Cárdenas.
La boda sólo fue por el civil y se celebró un lunes de febrero de 1944 en la colonia San Ángel Inn, donde se encontraba una de las residencias más suntuosas del General. A la ceremonia fueron invitados altos funcionarios del gobierno, políticos, personajes del gremio artístico y, sobre todo, la prensa.
La unión del actor con Alicia fue retratada como ninguna otra boda, pues ambos eran personajes de renombre dentro de las altas esferas de la sociedad y se esperaba que todo ocurriera entre lujos, y así lo fue.
Según reportó la periodista Rosario Sansores en la revista Mañana, se hizo lo posible para que los novios disfrutaran de su gran día. Se casaron y celebraron en el patio de la casa de Lázaro Cárdenas, la cual estaba arreglada con flores artificiales debido a la temporada.
“Para esta ceremonia fue entoldado el patio, pues terminada la firma del contrato matrimonial, se ofreció una bella recepción. La temperatura demasiado fría molestaba a las señoras y así, bajo el entoldado, las mesitas dispuestas con orden, se vieron completamente llenas. Los troncos de los árboles escuetos lucieron artificialmente, flores de cerezos rosados, y blancas de ciruelos”, escribió Sansores.
La tarde fue amenizada por dos orquestas, una de mariachis y otra de cuerda. Para el momento en que se presentó Alicia Cárdenas, bajando por unas escaleras, tocaron Danubio Azul, después Recuerdos de amor y Sobre las olas.
Ella vistió un vestido de satín y para que su cintura luciera, la falda sobresalía gracias a que utilizó un miriñaque. La joven resplandecía por su atuendo y por la gran sonrisa que daba a los invitados, contrario a Abel, quien fue retratado incómodo en todas las fotografías.
La gente dudó de la razón por la que Salazar se habría casado con Alicia, pues su cara estuvo seria, no se le vio sonreír en las imágenes sobre su boda publicadas y, en algunas ocasiones, evitaba ver directamente a las cámaras o su esposa.
Pese a los diferentes comentarios que se hicieron en torno a la boda y el semblante del protagonista de El pecado de Laura, la pareja procreo dos hijas, Leticia y Alicia. Algunos aseguran que su matrimonio duró poco más de un año, otros señalan que más bien se habrían separado en 1950 después de seis años, o en 1957, tras 13 años de relación y poco antes de reencontrarse con Gloria Marín.
Una vez que se firmó el divorcio, Abel retomó su noviazgo con Gloria Marín, con quien se casó en 1958, siendo este su segundo matrimonio fallido.
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