Gaspar Henaine adoptó el mote artístico de Capulina mucho después de haber iniciado su carrera en el entretenimiento, pues primero se resistía a que lo llamaran de una forma que lo hacía enojar.
Capulina comenzó su carrera desde la música, pues primero formó parte de un cuarteto llamado Los excéntricos del ritmo, posteriormente,se unió al trío Los trincas. Con este segundo grupo obtuvo más atención, logrando presentarse en diferentes shows y también en la radio.
Debido a la simpatía con la que siempre trataba a sus colegas, además de hacer reír a su público a pesar de no dedicarse a la comedia, llamó la atención de algunos cineastas, quienes le vieron talento para llevar su creatividad a la pantalla grande.
Durante sus primeras apariciones en el cine no llevaba ningún nombre artístico, sino que se hacía llamar Gaspar, sin embargo, durante una de sus presentaciones con Los trincas, mientras bailaba tap en el escenario como solía hacerlo, un hombre le gritó: “¡Muévete, capulina!”, lo que causó muchas risas debido a que provenía de un chiste conocido en la época.
Según recordó Henaine en Historias Engarzadas, “capulina” viene de un chiste sobre un niño, el cual tomó a una perrita para jugar a que era su novia. Mientras estaba con la can, llegó un policía molesto y le preguntó qué se suponía que estaba haciendo.
El infante cuestionó si de casualidad la perra era suya, a lo que el oficial contestó que no. Entonces, el niño preguntó si la calle era de él o había algo en su juego que tuviera que ver con él, a lo que el policía tuvo que volver a contestar negando.
Los dos estaban hartos, por lo que el niño resolvió en decirle: “Entonces muévete, capulina”, hablándole a la perrita para que siguiera jugando con él.
Gaspar no tenía en mente hacerse de un alias artístico y, de hecho, le molestó que en ese entonces no lo hayan llamado por su nombre, que lo hubieran comparado con una perra, que se estuvieran burlando de que bailaba tap y que el hecho de que lo llamaran “capulina” causara la risa de todas las personas.
El entonces cantante estaba tan enojado que quería enfrentarse con la persona que lo llamó así, pues lo conocía; no obstante, la gente repitió la anécdota y comenzaron a llamarlo Capulina, así que le comenzó a tomar cariño al mote y, finalmente, lo adoptó.
Capulina por mucho tiempo le tuvo rencor a la persona que lo apodó de esa forma, pero después, cuando catapultó su fama con ese sobrenombre, le estuvo agradecido hasta el final de su vida.
Según confesó, si se hubiera reencontrado con ese señor tras haber obtenido éxito en el cine, seguramente habría reunido las suficientes llaves para hacerle un estatua, como el monumento que hicieron para el Papa Juan Pablo II en 2007.
En Se los chupó la bruja (1958), la primera película que Henaine hizo con Marco Antonio Campos, Viruta, ya tenía su nombre artístico, por lo que desde entonces comenzaron a llamarlos Viruta y Capulina. Fue así que ambos ascendieron al éxito.
La copla llegó a hacer más de 30 películas juntos antes de su lamentable separación, pero fue gracias a los logros que obtuvieron como Viruta y Capulina que continuaron sus carreras en solitario con el apoyo de fiel público.
En los años 60, cuando se hizo evidente que su separación sería para siempre, Gaspar pudo continuar sembrando éxitos como Capulina, sin embargo, a Viruta no le tocó la misma suerte.
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