Antes de la próxima parada de su gira en Seattle, Estados Unidos, base central de Starbucks, Sir Paul McCartney le está pidiendo a la compañía que elimine el recargo que impone en los precios de sus bebidas cuando el cliente opta por agregar leches de origen vegetal.
En una carta dirigida al CEO Kevin Johnson, el músico británico escribe: “Recientemente me llamó la atención que Starbucks en los EEUU tiene un cargo adicional por las leches a base de plantas en lugar de la leche de vaca. Debo decir que esto me sorprendió, ya que entiendo que en otros países como el Reino Unido y la India, existe el mismo cargo para ambos tipos de leche y me gustaría solicitarles amablemente que consideren esta política también en Starbucks USA”.
“Mis amigos de PETA están haciendo campaña por esto. Espero sinceramente que, por el futuro del planeta y el bienestar animal, pueda implementar esta política”, agregó.
La carta de McCartney llega antes de sus conciertos del 2 y 3 de mayo en, casualmente, el Climate Pledge Arena de Seattle.
Sir Paul señaló también que numerosas cadenas (incluidas Philz Coffee, Panera Bread y Pret A Manger) ofrecen leche sin lácteos sin cargo adicional, y que incluso Starbucks en el Reino Unido eliminó recientemente su recargo por leche vegana.
Paul Mccartney es vegetariano hace décadas. En un artículo que escribió para Weekend Magazine, afirmó: “Convertirse en vegetariano era, y sigue siendo, muy importante para mí y mi familia y no puedo creer cuánto han cambiado las cosas desde que dejamos la carne por primera vez. En el pasado, los vegetarianos eran vistos como un poco raros, y la comida vegetariana que podías encontrar era pesada y aburrida”.
“Hoy en día, la alimentación basada en plantas es masiva y se trata de volverse vegano, no solo vegetariano. Sé que si Linda estuviera con nosotros ahora, le encantaría esta revolución basada en plantas”, agregó.
¿Cómo decidió volverse vegetariano hace tanto tiempo?
“Linda y su familia siempre habían comido carne y a mí me criaron con comida británica muy tradicional”, compartió. “El centro de una comida en nuestra casa cuando yo era niño era la carne, una chuleta, tal vez, o un par de salchichas, con algunas papas y tal vez un poco de verduras al lado, y continué comiendo carne como adulto. Pero un día, Linda y yo estábamos almorzando el domingo con la familia en nuestra granja en Escocia y mirando por la ventana a los corderitos en los campos cercanos”.
“Decíamos lo lindos y hermosos que eran, luego miramos nuestros platos. Estábamos comiendo pierna de cordero. Estábamos comiendo una de esas cositas que corretean felices afuera. Ese fue el punto de inflexión para nosotros y así empezó todo”, relató.
Sus hijos eran muy pequeños en ese momento, pero los sentaron y hablaron sobre el tema: “Nuestra hija Mary recuerda que Linda y yo dijimos que habíamos decidido no comer carne porque no queríamos que nada de sufrimiento estuviera en nuestro plato. Les dijimos a los niños que no tenían que volverse vegetarianos también, pero que no volveríamos a cocinar carne en casa. Estuvo bien, no hubo ningún resentimiento”.
“Y hasta el día de hoy, todos los niños, y sus hijos, son vegetarianos”.
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