Juan José Origel causó conmoción en su programa Con permiso al revelar que él será beneficiado con un valioso objeto que atesora Silvia Pinal. Y es que el periodista de espectáculos destapó que la actriz del cine de oro mexicano lo contempló en su testamento como uno de los herederos de sus pertenencias.
Pepillo Origel contó que en medio de una plática casual, la primera actriz le confesó que decidió heredar en vida a sus hijos; sin embargo una de sus más emblemáticas pertenencias será exclusivamente para el oriundo de León, Guanajuato.
Pese a que el reportero no entró en detalles sobre lo que le habría “tocado” a cada uno de los hijos de la protagonista de Viridiana, sí mencionó lo que ella consideró heredarle a él: “Yo he platicado con la señora Pinal y me dijo que ya todo está arreglado, hasta a mí me dejó herencia, el cuadro, el cuadro de Diego Rivera”, dijo.
El polémico comentarista de espectáculos dijo cuál es el plan que tiene para la icónica obra de arte, pues está considerada como una pieza histórica y valuada en millones de pesos: ”Lo voy a prestar a un museo, pero es mío”, agregó entre risas.
Por la manera en que lo dijo, no se pudo saber muy bien si el presentador habló en serio o se trató de una broma, pero cabe destacar que entre Origel y la matriarca de la dinastía Pinal existe una amistad desde hace varios años. Durante algún tiempo, al periodista y la primera actriz se les vio llegar juntos a eventos y galas, y al paso de los años han consolidado su amistad, tal es así que el periodista ha entrevistado muchas veces a la madre de Sylvia Pasquel, Alejandra y Luis Enrique Guzmán.
En cuanto al cuadro realizado por Diego Rivera, se sabe que fue un regalo hecho por el prestigiado artista y se ha exhibido en distintas ocasiones al paso del tiempo, incluso el público lo pudo ver varias veces en la televisión a través de la escenografía montada en el recordado programa Mujer, casos de la vida real.
El emblemático cuadro donde posa la mexicana ha sido uno de los más preciados del arte mexicano contemporáneo, ya que con sólo 25 años de edad, Pinal fue la musa del pintor que plasmó en 1956 su imagen en un hermoso rincón de su casa.
El encuentro entre el fallecido muralista y Silvia se suscitó cuando un arquitecto que estaba realizando proyectos en la casa de la artista le presentó a Diego, quien le dijo a la estrella de El ángel exterminador que sería perfecta para realizar un retrato al desnudo, petición que la actriz declinó, ya que no deseaba que los invitados a su casa la vieran de ese modo.
Por ello la ex esposa de Enrique Guzmán optó por un retrato más discreto, luciendo un vestido negro ceñido y colocando una mano en la cintura y otra en la cadera. Tras pocas, pero arduas sesiones de trabajo, al cabo de tres meses el pintor entregó el cuadro. Al paso de los años, Silvia ha dicho que jamás olvidará que ella pensaba que Rivera le iba a cobrar por el hecho de haberla plasmado en un lienzo, cosa que no fue así, sino que fue una dedicatoria especial para la diva y el cuadro le fue entregado el día de su santo, un 3 de noviembre.
Silvia guarda con mucho cariño la obra artística en uno de los salones de su casa del Pedregal, en la Ciudad de México, y ha revelado que también conserva el vestido negro que usó para posar, dicho modelo fue elegido en conjunto por ella y por el pintor que fue pareja de Frida Kahlo.
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