Los Oscar necesitaban desesperadamente un aumento de la audiencia tras un bajo índice registrado el último año. En una noche en la que Will Smith sorprendió a los espectadores y al mundo al golpear a Chris Rock en el escenario, unos 15,36 millones de estadounidenses sintonizaron la mayor gala de Hollywood.
Las cifras preliminares de audiencia, reveladas por la cadena ABC este lunes, representan una recuperación significativa respecto al récord de 9,85 millones de espectadores en directo del año pasado, aunque siguen siendo las segundas más bajas de la historia de los premios de la Academia.
El momento en el que Smith golpeó al cómico Rock por hablar de la caída del cabello de su esposa se hizo inmediatamente viral en Internet, lanzando innumerables memes y opiniones tanto defendiendo como condenando a quien luego obtuvo el galardón a mejor actor.
La recuperación de los índices de audiencia es similar a la de otras galas de premios, como los Emmys de televisión en septiembre y las recientes ceremonias de premios del Sindicato de Actores.
Muchas galas de premios se vieron obligadas a celebrar ceremonias virtuales o de bajo perfil en 2021 debido a la pandemia, y obtuvieron audiencias inusualmente bajas.
Las cifras de los Oscar del año pasado cayeron alrededor de un 50% con respecto a la ceremonia anterior, de 23,6 millones, que ya era un mínimo histórico, ya que las galas de premios luchan por seguir siendo relevantes en una era marcada por la influencia de las redes sociales y de binge-watching en las redes de streaming.
Los productores de la Academia recurrieron este año a innovaciones (duramente criticadas) como la grabación previa de los anuncios de los ganadores en varias categorías de los Oscar menos estelares, y la adición de un premio “favorito de los fans” para una película votada por los usuarios de Twitter.
El espectáculo del domingo por la noche también terminó con una victoria histórica para CODA, que contó con un reparto mayoritariamente sordo, y fue el primer triunfo de un servicio de streaming como mejor película.
Pero fue un momento no guionado y muy controvertido el que creó el tema de conversación de los Oscars el domingo, cuando Smith subió al escenario de los Oscars y abofeteó a Rock por una broma en la que comparaba a su esposa Jada Pinkett Smith con el personaje G.I. Jane.
Pinkett Smith padece alopecia, una enfermedad que provoca la caída del cabello.
(Con información de AFP)
Seguir leyendo: