Rodolfo Acosta, Carlos Moctezuma, Víctor Parra y Miguel Inclán fueron algunos de los actores que se consolidaron como los mejores villanos del cine durante la Época de Oro, pero de entre ellos hubo uno que fue más codiciado debido a su talento al interpretar papeles antagónicos.
Víctor Parra
Víctor Parra fue uno de los primeros artistas en llamarse villano, pues desde 1946 era requerido por directores para ser el protagonista que le haría difícil la vida a los personajes de las películas en las que participaba. Aunque su carrera no fue larga, sí estuvo llena de éxitos ligados a la buena interpretación de roles hostiles.
Su primera película como antagónico fue Campeón sin corona (1946), cinta en la que también participó el actor villano Carlos Moctezuma. A partir de entonces se dedicó principalmente a encarnar personajes antagónicos, participando en más de 40 películas y ganando tres veces el premio Ariel.
Su primer Ariel fue por Mejor coactuación masculina en El muchacho alegre (1949), después fue en Ángeles del arrabal (1950) también por Mejor coactuación masculina y el tercero por Mejor Actor en Los Fernández de Peralvillo (1955).
Rodolfo Acosta
Rodolfo Acosta fue uno de los grandes villanos mexicanos, consolidándose como tal en 1948 con su interpretación de un proxeneta en Salón México. Pese a que actuó en al menos 20 películas, sólo por Salón México fue nominado al Ariel por Mejor coactuación masculina.
El puerto de los siete vicios, Sensualidad y El mar y tú fueron algunas de las cintas donde resaltó antes de probar suerte en Hollywood. A partir de 1953 Acosta continuó su carrera en Estados Unidos y sólo regresó en 1965 para actuar en Río Hondo.
Miguel Inclán
En 1943 Miguel Inclán interpretó a uno de los personajes más odiados de la época, Don Damián en María Candelaria. A pesar de que su carrera comenzó varios años antes, fue a partir de este filme que se consolidó como villano y, además, saltó a la fama de forma internacional.
Después, en 1948, nuevamente se convirtió en antagonista más importante de México con Nosotros los pobres. Pese a su gran éxito como villano, quiso salir de su propio molde y se aventuró a interpretar personajes que no fueran malos. Fue en Salón México donde encarnó al protagonista contrario al que interpretaba Rodolfo Acosta.
Pese a que Inclán trabajó en María Candelaria, Nosotros los pobres, Salón México y Los Olvidados, películas que se actualmente son de culto, nunca logró ser nominado algún premio, así como tampoco obtuvo reconocimiento alguno por su legado.
Carlos Moctezuma
Carlos Moctezuma también fue de los primeros actores que se consagró como villano durante los años dorados del cine mexicano. Su primer papel estelar como personaje que inspiraba desconfianza fue con Los millones de Chaflán en 1938, desde entonces su carrera ascendió, al punto de participar en cerca de 200 películas.
En la mayoría de las cintas en las que actuó interpretó papeles de maleantes, pues fue encasillado en ese tipo de personajes. No obstante, también cumplió el rol de bonachón, tal como lo fue en Campeón sin corona y Padre Nuestro.
Recibió el premio Ariel en la categoría de Mejor Actor por Rio Escondido (1947) y a Mejor coactuación masculina por su participación en El rebozo de Soledad (1952) y en Como México no hay dos (1979).
Gracias a su extensa trayectoria, su muy aplaudido talento y legado, es a él a quién mayormente se le reconoce como el villano más importante de la Época de Oro.
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