La noche del pasado viernes 25 de marzo tomó a todos por sorpresa el fallecimiento de Taylor Hawkins, baterista de los Foo Fighters, quien fue encontrado sin vida en su habitación de hotel en Bogotá.
El grupo se encontraba en Colombia por su presentación en el Festival Estéreo Picnic. El hecho se dio a conocer por un comunicado de la banda, quienes lamentaron el hecho y presentaron sus condolencias y solidaridad a la familia del baterista.
“La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura perdida de nuestro amado Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su contagiosa risa vivirán con todos nosotros para siempre”, escribieron en la cuenta de la agrupación.
Sin embargo, para suerte de muchos, México pudo agasajarse con la que sería la última presentación con el baterista, ya que el 16 de marzo se presentaron ante el público mexicano en el Foro Sol.
La banda tuvo que postergar su presentación en noviembre del 2021 debido a la pandemia por COVID-19. Con la baja de contagios y la continuación del semáforo verde, la agrupación pudo presentarse sin problema alguno en la Ciudad de México ante más de 58 mil personas.
El concierto inició con su famosa canción Times Like These y sin detenerse, siguieron con Pretender y Learn to Fly, dos clásicos de la banda.
A media canción de Pretender, Dave Grohl, vocalista de la banda, dijo al público reunido en inglés “Esta va a ser una larga noche”, a lo que la gente gritó enloquecida.
El vocalista preguntó “¿Quieren que sea una noche larga?”, pregunta que repitió en varias ocasiones al público enloquecido que afirmó a gritos.
Después de Learn to Fly, continuaron con No son of mine, la cual estuvo acompañado con un fantástico solo de Grohl acompañado por Hawkins a la batería, quien apareció en pantalla dando toda su energía.
Tras No son of mine, se dieron la primera pausa en la que la gente aprovechó para gritar “Olé, olé, olé, los Foo, los Foo”. La banda continuó con la interpretación de The Sky is the Neighborhood, seguida de Mine mine, en la que Grohl pidió el grito de los participantes.
Después dijo que había pasado mucho tiempo y que tocarían todas las canciones que pudieran. “¿Quieren un show de una hora? ¿Quieren una hora?”, todos negaron. “¿Quieren una hora y media?”, la gente volvió a negar. “¿Quieren dos horas?”, ”¿Dos horas y media?”, “Quieren que toquemos todas las canciones que podamos sin parar”, afirmaron todos.
“Esta será una noche larga”, aseveró el vocalista.
Así siguieron sin dar pausas ni salidas falsas, sin detenerse en These days, Walk, Shame shame y Breakout. hasta que a mitad del concierto, Hawkins brilló por la interpretación de Somebody to Love de la banda inglesa Queen.
Abandonó su lugar en la batería, reemplazándolo Grohl, quien fue baterista de la banda Nirvana, para pasar al frente gritando el mítico “Eo” de Freddy Mercurie, al unísono con la audiencia. De igual modo lo intercambió con el nombre del vocalista. “El odia cuando hago eso, lo siento. Ok, no lo siento”, bromeó Hawkins.
De igual forma interpretaron una canción de los Bee Gees, aunque sin duda quedará en la memoria y corazón de todos, la interpretación de Hawkins.
Continuaron con las canciones All My Life, Run, Wheels, Love Dies Young, This Is a Call, Best of You, Aurora, Monkey Wrench y cerraron con una de sus canciones más populares: Everlong. Al final Grohl se despidió junto con toda la banda lanzando besos y agradeciendo al público.
El baterista falleció a los 50 años, aunque no se ha aclarado la razón por parte de las autoridades. Aunque Hawkins sufrió una sobredosis en el 2001 que lo dejó en coma.
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