María Antonieta Pons, conocida también como El Ciclón del Caribe, fue una de las rumberas más importantes de la Época de Oro del cine mexicano, por lo que fue muy sorpresivo su retiro y aún más su renuencia a volver a aparecer frente a los medios.
María Antonieta nació el 11 de junio de 1922 en La Habana, Cuba, en donde se dio cuenta de que su vocación era ser bailarina, aunque probó suerte en los deportes. Durante su juventud, Pons se esforzó por perfeccionar sus pasos de baile, hasta decidirse a incursionar como rumbera en el teatro y cabarets.
Participó en concursos de baile, de donde siempre resaltaba por su fuerza en la pista. Ella aseguraba que su éxito como bailarina no radicó en sus sensuales movimientos, en llamar la atención o seguir el ritmo de la música, sino que en disfrutar y emanar felicidad.
Tras cautivar a Juan Orol, actor y cineasta, se casó con él y llegó a tierras aztecas. Incursionó en el séptimo arte mexicano con la película Siboney. Gracias a sus movimientos, comenzó a posicionarse como una de las actrices más importantes, inclusive, se piensa que ella fue la rumbera que más éxito tuvo en el cine.
Algunas de sus películas más famosas son La Reina del Mambo, La Reina del Trópico y El Ciclón del Caribe, de ésta última surgió su mote artístico.
Pese a que se divorció de Orol en 1946, el cineasta siempre aseguró que Pons había sido una de las histrionisas más valiosas del cine mexicano. Según el investigador de cine Fernando Muñoz, Orol decía que su exesposa era igual o más taquillera que María Félix.
María Antonieta volvió a casarse en 1950, esta vez con Ramón Pereda. Durante su segundo matrimonio tuvo a su única hija, María Guadalupe Pereda Pons. La rumbera sabía de su fama en la pantalla grande, pero era una apasionada del baile, así que, tras divorciarse de Juan Orol, decidió regresar a los escenarios.
Desde entonces, su vida estuvo repartida entre el cine y los cabarets, inclusive, desde entonces se creyó que se retiraría de la industria cinematográfica para dedicarse enteramente a su vocación, pero no lo hizo hasta tiempo después.
Pons sí dio a conocer que tenía intenciones de retirarse, posiblemente para dedicarse a su hija y su esposo, pues él era 25 años mayor que ella y, además, había decidido retirarse del cine a sus 68 años, en 1965. La actriz habría seguido sus pasos e hizo su última película, Caña Brava, cuando tenía 43 años.
Poco antes de que falleciera su esposo, en 1986, El Ciclón del Caribe ya no estaba activa en el cine, pero sí hacía algunas apariciones los centros nocturnos, aunque no realizaba show alguno, lo que presagiaba su pronto retiro. Finalmente, cuando Pereda murió, la bailarina decidió no volver a mostrarse en público.
Después, la Asociación Nacional de Actores dio a conocer que la rumbera dejó de pertenecer al sindicato desde 1970, pues ella decidió de parar de cotizar sus cuotas desde entonces. Según llegaron a revelar amigos cercanos a la histrionisa, así como empleados de la ANDA, María Antonieta había hecho su retiro desde entonces debido a la salud de su esposo, aunque esto no fue confirmado por su tercer esposo, el periodista Benjamín Álvarez.
La revista Somos informó que Pons se habría rehusado a que le tomaran fotografías o dar mayores declaraciones acerca de su vida privada y lejos de las cámaras pues “todo lo que puede decirse de mí está plasmado en mis películas”.
María Antonieta Pons falleció el 20 de agosto de 2004, a los 82 años en un hospital privado de la Ciudad de México. La causa de su muerte fue un paro cardiaco, del que el público no supo hasta cuatro días después, pues ella pidió que no se diera la noticia de su deceso hasta que terminaran los servicios funerales.
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