Julieta Venegas, de corazón mexicano, aunque nacida en EEUU, ofreció a los asistentes una de las mejores noches del Festival Iberoamericano de Cultura Musical en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
El Vive Latino, desde luego, se entregó en alma y corazón a su artista favorita; no hay mejor forma de agradecer el gesto que con fuertes coros, aplausos, gritos y vitoreando sin parar por casi una hora de recorrido musical. Un resumen, por cierto, a la altura de las circunstancias.
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