Las historietas mexicanas -en un principio conocidas como cuentitos- formaron parte de la infancia y juventud de muchas generaciones en el siglo XX, pues mostraban historias que iban desde lo cómico hasta la crítica política. Además tenían un precio accesible que iba de los cuatro hasta los 30 pesos.
Con el paso del tiempo las publicaciones se fueron transformando y diversificando, pues de acuerdo con Vicente Quirarte, al principio era mal visto “leer con imágenes” y por eso a las historietas en México se les puso un sobrenombre.
De acuerdo con el investigador Luis Gantus, estas historietas no sólo entretenían, sino que jugaron un papel importante en la alfabetización de la población. El impacto que tuvieron estas historietas también generó interés para estudiarlas, dividiéndolas en varias épocas y etapas.
La historieta titulada La Familia Burrón fue creada 1948 por Gabriel Vargas, quien se inspiró en las personas habitantes de diversos barrios de la Ciudad de México para crear a sus personajes.
De acuerdo con el escritor Carlos Monsiváis, esta fue “la primera historieta que recurre a eso que llamamos el lenguaje y el sentimiento del espíritu popular. Aprovecha el medio en que otros vacían su falta de imaginación, para entregarnos una visión del México de hoy”.
Cabe señalar que en esa década ocurría una profunda transformación en la sociedad mexicana, por lo que Gabriel Vargas pudo retratar con sátira desde la cotidianeidad hasta las transformaciones en la movilidad y otras situaciones urbanas.
Las entregas semanales de la familia encabezada por Don Regino Burrón-un peluquero- y Borola Tacuche de Burrón -una mujer alegre y ocurrente- abarcaron desde 1948 hasta el 2009. La pareja tenía tres hijos: Regino El Tejocote, Macuca y Fóforito Cantarranas -adoptado-, también tenían un perro llamado Wilson.
Kalimán
“Quien domina la mente domina todo y habla de un autocontrol del ser humano para moderar sus apetitos”, fue la frase más característica de este valiente hombre musculoso que usaba traje blanco y un turbante.
Kalimán es un superhéroe del imaginario mexicano cuyas historietas se publicaron de 1965 hasta 1990, pero su origen está en una radionovela titulada Kalimán: el hombre increíble, transmitida en 1963 para Radio Cadena Nacional, el programa fue creado por Rafael Cutberto Navarro y Modesto Vázquez González.
Algunos de sus poderes son la hipnosis, el viaje astral, la telepatía, telequinesis, longevidad, levitación y una gran sabiduría, todos sus aspectos positivos los dirigía a luchar contra los criminales, vampiros, extraterrestres e incluso asesinos a sueldo, también decidió pelear contra organizaciones que traficaban armas y drogas.
Dentro de la historia, su origen es poco claro, pues solo se sabe que es el séptimo hombre de la diosa Kali y que llegó a la India en una canasta cuando era bebé, fue rescatado, raptado e incluso estuvo en un monasterio donde aprendió todas sus habilidades.
Su fiel compañero de aventuras era Solín, un aprendiz que estaba con él en todas sus aventuras y solía meterse en problemas. Esta historieta era impresa en color sepia y su éxito fue tan grande que incluso llegó a otros países en Latinoamérica.
Lágrimas y risas
El nombre completo de esta revista era Lágrimas, risas y amor, al principio se publicaban historietas románticas a manera de serie unitaria, pero con el tiempo se realizaron como una serie de más de 100 capítulos. La mayoría fueron escritas por Yolanda Vargas Dulché, pero en 1972 su esposo Guillermo de la Parra se sumaría a la redacción de esta publicación.
Estas fotonovelas se destacaron por contar diversas historias melodramáticas en color sepia de 1962 hasta 1995 por la Editorial Argumentos. Tras su éxito, también comenzaron a distribuirse en España, algunas de estas narrativas fueron incluso adaptadas para el cine o la televisión algunos años después.
Algunos de los títulos más conocidos de Lágrimas y Risas son Rubí de 1963; María Isabel y Encrucijada, ambas de 1964; Sangre Esclava de 1965; Rarotonga de 1973; Triste Alborada de 1974, cuya autoría corresponde a Guillermo de la Parra. Fue en esta revista que se publicó un remake de Amor en Oriente (originalmente publicado en la revista Pepines), el cual fue titulado El Pecado de Oyuki.
Fue en 1986 que Lágrimas y risas comenzó a tener otros autores, dando como resultado publicaciones como Un pasado que vuelve de 1987 escrito por Catalina D’Erzell.
Capulina y Capulinitas
Hacia el final de la década de los años sesenta, esta historieta fue conocida como Las Aventuras de Viruta y Capulina, el dibujante de la misma era Héctor Macedo. Diez años después se reeditaron en una versión de bolsillo conocida como Aventuras de Capulinita.
La historia de estas aventuras está inspirada en Gaspar Henaine, un comediante del cine y la televisión mexicana conocido como Capulina, en estas historietas vive con su abuelo, que es su figura paterna.
De acuerdo con el sitio web Pepines, “Pese a su edad y apariencia adulta, Capulina encarna el estereotipo del comportamiento y la mentalidad infantil, ingenua, buena, traviesa, medio caprichosa e incapaz de la maldad. Capulina es el mejor ejemplo del chiste bobo o del ‘pastelazo’.
Entre los personajes destacados de esta serie están doña Panchita, el general Bararrasa -un veterano de la Revolución Mexicana y el señor Quiñones.
Memín Pinguín
Esta historieta fue creada en 1943 por Yolanda Vargas Dulché, la misma autora de Lágrimas y Risas. El personaje lleva el mismo nombre y es un niño afromexicano.
Cabe señalar que con el paso del tiempo, las personas que han analizado la representación de este personaje y de su mamá han considerado que hubo acciones, diálogos e ilustraciones racistas en forma explícita. Pues además, son los únicos negros en la historieta y aparentemente eran discriminados en sus interacciones.
Memín es un chico bondadoso de naturaleza astuta que suele meter a sus amigos en problemas, aunque además de estas aventuras, en estas publicaciones también se abordaron otros problemas sociales como la trata de personas y la violencia intrafamiliar.
Esta historieta también se publicaba en tono sepia y llegó hasta el número mil en los años setenta, aunque al principio de los años 2000 hubo algunas reediciones.
Actualmente existe Pepines, un sitio web de la Hemeroteca Nacional de México para disfrutar y consultar cientos de títulos de estas historietas en forma gratuita.
Se nombró así a la base de datos como un homenaje a la revista Pepín, publicada entre los años 30 y 50, la cuál tuvo un gran éxito en este país y durante varias décadas todas las publicaciones de este tipo se conocían como pepines. La página es la siguiente: https://pepines.iib.unam.mx/
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