Pedro Infante e Irma Dorantes tuvieron que afrontar juntos varias dificultades debido a que varias personas querían obstaculizar su romance, pues inclusive en una ocasión intentaron extorsionarlo con el fin de que su historia de amor llegara a su fin.
María Luisa León, la primera esposa de Pedro Infante, habría sido una de las principales personas que se impusieron entre el sinaloense e Irma Dorante, pues ella quería ser la única en obtener un apoyo económico por parte del cantante, según ha defendido la actriz.
Cuando León se enteró de que Pedro se había casado por segunda ocasión intentó por todas las vías que la pareja se divorciara. Una de las primeras veces en que habría intentado actuar en contra de la pareja fue cuando ya había nacido Irma Infante y la familia estaba viviendo en la Ciudad Infante, la casa que se encontraba en Cuajimalpa.
María Luisa habría enviado a su representante legal para intentar llegar a un acuerdo con Infante y su segunda esposa y así no denunciar al sinaloense por bigamia, pues él estaba oficialmente casado con las dos y era delito. No obstante, la pareja se dio cuenta de que en realidad los estaban extorsionando y amenazando, recordó Irma en su libro.
El abogado les dio aviso de que su clienta buscaría acusar de adulterio al Ídolo de Guamúchil si no desalojaban Ciudad Infante y la dejaban para ella. Si es que no estaban dispuestos a aceptar esta opción, existía otra, la cual no era mejor, pues se trataba de sacar a Irma de la casa.
La mejor prueba que tenía Luisa para comprobar que su esposo le había sido infiel era la hija que tuvo con Dorantes y su acta de matrimonio, la cual ella mantenía bajo su cuidado. Asimismo, para ese entonces ya se habría comprobado que León nunca se firmó los papeles de divorcio, pues supuestamente el actor habría hecho la firma de ambos, es decir, había falsificado la firma de su esposa.
María Luisa aseguraba que estaba dispuesta a hacer que la orden de aprehensión se girara en cuanto antes y los policías arrestaran a Pedro si es que no desalojaban la casa.
Tanto Pedro como Irma se opusieron a dejar Ciudad Infante sólo por deseo de María Luisa, por lo que quisieron hacer un trato real con el abogado, no obstante, él representante sólo lamentó la situación que la pareja estaba atravesando y les explicó que él no podía hacer nada, pero había querido advertirles qué sucedería.
También les dejó claro que su clienta no buscaba dinero y, en realidad, tampoco quería la casa para ella, sino que esperaba que de esta forma Pedro y Dorantes no vivieran juntos.
Después de horas de llorar y no saber cómo actuar, decidieron sí dejar la casa y mudarse a la colonia Nápoles, a una casa que se encontraba en Pennsylvania y en donde vivió Irma y su hija hasta después de la muerte del Ídolo del Pueblo. La propiedad que se encontraba en Cuajimalpa, al fallecimiento del protagonista de Pepe El Toro, quedó en manos de María Luisa; sin embargo, muchos de los muebles que había en esa casa fueron vendidos por los familiares del cantante.
Poco después de que León envió a su abogado a darle el aviso a la pareja, sí denunció a su esposo por bigamia, lo que tiempo después provocó que el matrimonio con Dorantes fuera anulado y él muriera siendo esposo de María Luisa.
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