Agustín Lara se proclamó gran admirador de Jorge Negrete desde que lo escuchó en la radio y las primeras películas que protagonizó, motivo por el cual decidió hacerle un regalo muy especial tras haberlo conocido personalmente.
Pese a que Jorge Negrete y Agustín Lara llegaron a estar casados con la misma mujer en diferente época, ambos siempre guardaron una gran admiración por el otro, algo que se manifestó en la forma en que hablaban de sus talentos y los detalles que tuvieron desde que se conocieron.
Según compartió el autor de María Bonita en un texto que escribió para la revista Siempre! en 1956, supo de la existencia del Charro Cantor dentro de la estación de radio en donde ambos trabajaban, cuando Negrete todavía estaba buscando ser un reconocido artista y todavía no probaba suerte en Estados Unidos.
Para Lara, la voz de Jorge siempre fue hermosa y le era grato escucharlo cantar en la XEW. Sin embargo, el guanajuatense se fue a Nueva York con un contrato de exclusividad con la empresa cinematográfica 20th Century Fox. Sólo una vez se reencontraron cuando el cantautor fue contratado para trabajar en la misma cadena de radio que su colega, pero en ninguna de estos encuentros hubo una plática o siquiera se presentaron.
Fue hasta que Negrete regresó a México y que su nombre se posicionó entre los más llamativos para el público, que Agustín finalmente pidió reunirse con el actor. Y es que, según escribió, lo escuchó cantar la Romanza de Toreador de Carmen y no pudo contener su felicidad, así que inmediatamente solicitó tener una cita con él.
Cuando finalmente se conocieron, compartieron la admiración que sentían el uno por el otro, por lo que formaron una muy buena amistad desde entonces. Ese mismo día los cantantes se retrataron juntos y el Charro Cantor escribió una dedicatoria a Lara para que conservara la fotografía.
“Para Agustín Lara, cuya amistad debe ser un timbre de gloria para todo buen mexicano. Jorge Negrete”, se leía al reverso de la imagen.
Para el compositor este detalles era algo muy simbólico ya que representaba la gentileza de su colega, por lo que él no quiso quedar mal y buscó su mejor forma de regresar este amable gesto del protagonista de Dos tipos de cuidado, así que le regaló una canción.
El Cortijo fue el tema que el Flaco de Oro le pidió a Jorge que aceptara, le regaló la letra y pidió a Manuel Esperón que le hiciera un arreglo acorde a su voz para que lo grabara y la canción se conservara en un disco.
“Yo guardo el disco, celosamente, con las cosas que tienen un valor superior al tiempo y a la vida”, dijo el compositor.
Mucho tiempo después de este regalo, se reportó que en la boda de María Félix y Jorge Negrete, Lara envío un gran arreglo floral para que decorara la mesa principal durante la ceremonia, pues aunque su colega se estaba casando con una de las mujeres más importantes se su vida, su segunda esposa, la admiración que sentía por ambos era mayor a cualquier otro sentimiento.
Cuando el autor de Noche de ronda se enteró en 1953 del mal estado de salud del Charro Cantor, preocupado por no poder hacer algo para ayudarlo, buscó tener otro detalle con él con tal de que supiera que lo acompañaba en su malestar.
Pidió a Crox Alvarado que le hiciera llegar a Jorge las últimas palabras que pudo dirigirle: “En la difícil situación que atraviesas, sólo hay una palabra: ¡Adelante!”.
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