Irma Dorantes no sólo se casó con Pedro Infante, sino que poco después decidió contraer matrimonio con Carlos Amador, uno de los productores de televisión más importantes que surgieron mientras la Época de Oro del cine mexicano iba llegando a su fin.
Pedro Infante falleció el 15 de abril de 1957, cuando viajaba en un avión en la empresa TAMSA desde Mérida a la Ciudad de México con la urgencia de llegar lo antes posible a reunirse con Irma Dorantes ya que anularon su matrimonio seis días antes debido a que su primera esposa, María Luisa León, lo acusó de bigamia y denunció que había falsificado su firma en los papeles de divorcio.
Para ese entonces, Irma se había retirado del medio artístico desde cuatro años antes, pues su esposo le pidió que dejara de trabajar ya que estaba convencido de que podía sostener a su familia sin el apoyo económico de la actriz.
Por ello, cuando el sinaloense falleció, a Dorantes no le quedó más que buscar nuevamente oportunidades laborales y hacer lo posible por sacar adelante a su única hija, Irma Infante, quien entonces era una niña de dos años.
Irma de nuevo se unió con el mundo del espectáculo en 1957 para participar en la película de Fernando Cortés Pobres Millonarios, y después en El gran premio, cinta en la que también participó Ángel Infante, hermano del fallecido actor.
De esta forma, la actriz nuevamente se abrió paso entre sus colegas y su nombre volvió a tomar relevancia entre productores, cineastas y ejecutivos de empresas de entretenimiento. Fue así como conoció a Carlos Amador Martínez, quien para ese entonces ya se estaba posicionando como uno de los productores y conductores estrella.
Carlos Amador comenzó su carrera en compañía de Emilio Azcárraga Vidaurreta, para quien trabajaba como mensajero. Con el tiempo, fue obteniendo oportunidades en la industria hasta que tuvo su primer gran logro: fundó la revista Tele Guía en 1952, en la cual sólo se hablaba de celebridades de la música, cine y televisión.
El empresario también se estaba abriendo paso como presentador de televisión con programas como Reina por un día, además, no dejó de lado la producción de películas, la cual era una de sus más grandes pasiones.
Se desconocen los detalles sobre cómo Amador e Irma Dorantes se conocieron, así como de cuándo nació el amor, pero se sabe que la actriz se volvió a casar, ahora con el presentador, tiempo después de la muerte de Pedro Infante. Algunas personas especularon que la pareja llegó al altar un par de meses después del fallecimiento del sinaloense, pero se desconocen las fechas en las que estuvieron casados.
Según se difundió en redes sociales del libro de Irma Así fue nuestro amor, el matrimonio fue muy corto y la actriz habría sufrido malos tratos a manos de su pareja, quien era 12 años mayor que ella, por lo que decidió divorciarse del productor.
Tras la separación, la histrionisa manifestó a la prensa que no pensaba volver a contraer nupcias en un futuro; se dedicaría enteramente a su hija y a su carrera artística, lejos de los romances.
Actualmente, Dorantes se ha negado a hablar acerca de este matrimonio. Durante una entrevista con De Primera Mano, a la protagonista de Nos lleva la tristeza le preguntaron: “¿No volviste a amar a nadie?”, a lo que ella se reservó su respuesta y enojada dijo que le disgustaba responder a esos cuestionamientos. “¿Por qué siempre me preguntan eso? No me gusta. ¿Por qué hay que hacer una comparación?”, expresó.
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