Jorge El burro Van Rankin ha sido desde hace décadas uno de los personajes más reconocibles de la empresa Televisa, pues toda su carrera al frente de las cámaras se ha desarrollado en la empresa, donde comenzó en la década de los 90 con programas como El calabozo.
Y es que su relación con la empresa mexicana data incluso desde antes de su nacimiento. Así lo contó el también locutor y presentador en su reciente visita al foro del programa Montse & Joe, donde admitió que cuando era joven no contaba con una posición económica privilegiada, por lo que sufrió algunas carencias monetarias que lo llevaron a crearse inseguridades de las que hoy se arrepiente.
Y es que con su convivencia con amigos y parejas que tenían un poder adquisitivo mayor que el de él, el hoy protagonista del programa 40 y 20, llegó a sentirse intimidado. En la emisión conducida por Yolanda Andrade y Montserrat Oliver, el famoso hizo un poco de recapitulación de su historia familiar y relató cómo su padre consiguió convertirse en Director adjunto a la vicepresidencia ejecutiva de Televisa, y “mano derecha” de Alejandro Burillo Azcárraga, quien por años trabajó en la empresa y hoy es reconocido por ser un importante empresario ligado al mundo deportivo, de las telecomunicaciones y de la banca.
El conocido conductor contó que su papá, quien era de origen holandés, comenzó a trabajar siendo un niño de 13 años como office boy en Televisa, donde conoció y se ganó el afecto del recordado Tigre, Emilio Azcárraga Milmo. Además, la madre de Jorge también trabajaba en la misma empresa.
Sin embargo, El burro no guarda un recuerdo muy emotivo de su padre, pues éste nunca se distinguió por ser especialmente afectuoso con él:
“Mi papá empezó a crecer, se conocieron y aquí se enamoraron, pero este señor tenía un cosa que... Ya lo perdoné en el aspecto de que nunca me dijo ‘te quiero’, yo no recuerdo que me diera un beso. En toda mi vida, solamente una vez me dio una patada y leve. Es lo único”, recordó.
El también participante de Miembros al aire admitió que antes era un “tipo muy acomplejado” y que le daba vergüenza que sus allegados conocieran que no venía de una familia acaudalada:
“Me llevaban a mi casa y yo decía: ‘déjame aquí’ en la esquina porque me daba pena donde vivía, pendejamente”. Y es que el ex conductor del matutino Hoy comenzó a rodearse de jóvenes pertenecientes a familias adineradas cuando ingresó al famoso club Britania, ubicado en la exclusiva zona del Pedregal, en la Ciudad de México.
“Había puro güey acá bien sácale punta, ahí es donde empiezo a conocer mucha gente y yo no tenía ni para suicidarme. Yo era galán y sacaba a viejas guapas con Miguel Alemán y todos esos cabrones, pero no tenía ni para pagarles la cuenta de un cover, de un antro”, añadió.
En la emisión, Jorge declaró que logró entrar en la televisora no tanto por sus padres, quienes trabajaron por años ahí, sino con ayuda de su amigo Miguel Alemán. “Ahorita lo cuento y me vale madres”, aseguró.
Van Rankin contó que pudo despedirse de su papá, quien murió a los 63 años a causa de un aneurisma: cuando llegó a verlo al hospital, pudo entrar a la habitación, pero el señor ya estaba descansando: “Me metí, cerré la puerta y lo alcancé a ver con la sábana, la levanté y vi que se había ido con mucha paz. Le alcancé a dar un beso, pero demasiado tarde, ya no existes, es una carrocería (el cuerpo)”.
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