Kesha se convirtió en una de las figuras dentro de la música pop más importante en los últimos años, gracias a la propuesta controversial de su música, que se caracterizó por tener una mezcla de uno de los géneros más populares en el mundo, dándonos el característico “electro-pop” que dominó las listas de popularidad durante el 2009 al 2014. Pese a que tenía una carrera tan prometedora como sus contemporáneas, Lady Gaga y Katy Perry, su carrera se cruzó con su entonces productor musical Dr. Luke y una serie de escándalos que hasta la actualidad siguen sin resolverse.
Kesha Rose Sebert, el cual es su nombre de nacimiento, saltó a la fama con su sencillo Tik Tok en el año 2009 siendo una propuesta muy diferente a la extravagancia -Gaga- y el mundo de fantasía -Perry- que se habían convertido en las dos nuevas máximas corrientes que las cantantes pop empezaban a adoptar después de ser muy cuidadosas con su aspecto físico y vestimentas de mezclilla.
La relación de Kesha con el Dr. Luke comenzó en 2005, mucho antes de que saltara a la fama en Estados Unidos y el resto del mundo. La cantante estaba a punto de terminar su último año de secundaria en Nashville, Tennessee, pero decidió abandonar y mudarse a Los Ángeles. Supuestamente él fue quien convenció a la adolescente de que tomara esta decisión que cambió su vida, según medios americanos como TMZ.
No pasó mucho tiempo desde que se mudó que la cantante celebró su cumpleaños número 18 y firmó un acuerdo exclusivo de grabación de seis álbumes con el productor. Según el acuerdo, Dr. Luke recibiría un porcentaje de las ventas de cada álbum y sería aquí donde iniciaría una de las batallas musicales más polémicas e importantes en las últimas décadas.
Pese a que el escándalo mediático inició en el año 2013, los problemas empezaron casi de manera inmediata. Según Buzzfeed News, Dr. Luke afirmó que solo trabajaron juntos durante meses antes de que Kesha intentara salir de su contrato. También alegó que, en ese momento, ella amenazó con crear “falsas acusaciones de abuso” si él no accedía a liberarla, versión que ha mantenido hasta la actualidad.
La demanda fue presentada por la intérprete de éxitos como We R Who We R, Die Young o Timber -en colaboración con Pitbull- de manera oficial en el 2014, sin embargo la base de todo ocurriría 9 años atrás. Según Billboard, en la demanda de Kesha se alegaba que el Dr. Luke le dio algo que él llamó “pastillas para la sobriedad”, que en realidad eran la droga GHB para la violación en una cita, antes de llevarla de regreso a su habitación de hotel y violarla.
Esto presuntamente ocurrió en la casa de otro personaje característico de la cultura pop en los años 2000: Paris Hilton. Aparentemente ambos asistieron a una fiesta posterior al cumpleaños de Nicky Hilton en la casa de Paris, lugar donde él le habría dado la droga, según ella. En un relato publicado por la revista responsable del Billboard Hot 100 -lista de popularidad musical más importante en todo el mundo-, la madre de Kesha, Pebe Sebert, detalló cómo su hija presuntamente se despertó desnuda y desorientada en la habitación del hotel del productor sin recordar lo sucedido.
La cantante supuestamente le dijo a su madre: “No sé dónde estoy. Creo que tuvimos relaciones sexuales. Estoy adolorida y enferma. No sé dónde está mi ropa. Creo que tengo que ir al hospital”. Según los informes, ambas no fueron a la policía porque Kesha “solo quería cantar y no quería ser víctima de un caso de violación”.
Lukasz Sebastian Gottwaldha, el cual es el nombre oficial del productor, ha negado en más de una ocasión las afirmaciones de Kesha. En un comunicado, a través de E! Estados Unidos, sus abogados alegaron que ella fue “expulsada de la fiesta posterior por su comportamiento” y el productor la ayudó “como un acto de bondad”. Kesha escribió la canción Paris Hilton’s Closet, sobre los vómitos en el evento.
En el año 2012 Dr. Luke cofundó Kemosabe, el sello de Sony Music donde se desempeñó como CEO. En ese mismo tiempo, la pareja trabajó en su segundo álbum, Warrior, pero según los informes de la demanda, las cosas estaban “tensas”. The New York Times reveló que la pareja comenzó a pelear por la dirección creativa de la música de Kesha. Supuestamente dicho diario americano, ella quería un sonido de rock con letras que se aventuraran más allá de la fiesta, algo que, según ella, Dr. Luke no quiso ni lo permitió en ningún sentido y terminó rechazando sus ideas líricas.
En octubre de 2014, Kesha presentó la demanda civil en California, Estados Unidos, contra Dr. Luke, alegando que su tiempo de trabajo con el productor era como una “prisión de abuso”. Según Buzzfeed News, la demanda alega que el productor había cometido “agresión sexual y agresión, acoso sexual, violencia de género, acoso civil, prácticas comerciales injustas e infligir angustia emocional” desde que Kesha tenía solo 18 años y él la obligó a consumir drogas y alcohol “en un esfuerzo por abusar de ella”.
Después de una batalla de casi dos años, Kesha retiró su estancada demanda civil en agosto de 2016. En 2017 la historia dio un gran giro que continuó escandalizando a la industria musical: Él amenazó con iniciar una nueva demanda por difamación, esta vez con un mensaje de texto de 2016 que Kesha envió a Lady Gaga, en el que ella alegaba que había violado a Katy Perry.
Un par de meses después, la intérprete de éxitos como Bad Romance, Always Remember Us This Way o Poker Face fue citada y, según Vulture, obligada a entregar los textos sin redactar. Perry también fue depuesto y confirmó que el productor no la agredió sexualmente.
Todo este panorama que parece no parece tener un fin cercano pero sí una nueva continuación a la larga historia, ha generado un movimiento que los amantes de la música pop recuerdan muy bien pues recientemente le dio la libertad a una de las solistas femeninas más exitosas en la historia de la humanidad: Britney Spears.
#FreeBritney no sólo es uno de los movimientos más populares y fructíferos de los últimos tiempos que le dio a la cantante de éxitos como Gimme More, Baby One More Time o Toxic su libertad ante la tutela injustificada que durante más de una década mantuvo su padre sobre ella, que ahora en más de un documental, entrevista o declaraciones de la misma Britney ha catalogado como “inhumano, abusivo y con intereses económicos sobre su fortuna”.
#FreeKesha es el intento de la cultura pop por darle libertad a la cantante de la misma forma en que meses atrás el mundo ayudó con presión social para que Spears hoy sea una mujer independiente. Kesha en su momento no sólo enfatizó con Britney sino que hizo público su apoyo incondicional, siendo también una mujer dentro de la industria musical que también se encuentra en problemas legales, creativos y de abusos.
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