Natalia Esperón es una de las protagonistas de telenovelas más recordadas de los años 90, cuando protagonizaba historias como la exitosa Agujetas de color de rosa, telenovela que duró alrededor de dos años al aire y que le brindó a la actriz la proyección necesaria para continuar ascendiendo en su carrera.
Más adelante pudimos verla en otras producciones esporádicas, pero fue en 2012 tras su participación en la telenovela Amores verdaderos que Natalia decidió alejarse de los reflectores y los sets de televisión.
En el pasado la actriz estuvo casada con el empresario de las telecomunicaciones Pepe Bastón, quien por años fungió como uno de los altos ejecutivos de Televisa, y actualmente es esposo de la actriz internacional Eva Longoria, por lo que en aquel tiempo Natalia se mantuvo a su lado cuando decidió dejar de aparecer en la pantalla.
El público pudo verla ocasionalmente en algunas telenovelas como La esposa virgen y En nombre del amor, y en un capítulo de Mujeres asesinas, además de que en las redes sociales solía ser muy reservada y compartir en su mayoría fotos del recuerdo, por lo que el motivo que la hizo decidir alejarse de las cámaras no había quedado claro.
Ha sido hasta este 2022 cuando Natalia decidió regresar a la televisión por invitación del productor Salvador Mejía, quien la incluyó en el proyecto Corazón guerrero, al lado de figuras como Alejandra Espinoza, René Casados y Ana Martín.
La actriz contó a la revista TVyNovelas su sentir ahora que volvió a adentrarse en los foros de Televisa, donde debutó hace tres décadas:
“Aún no he tenido la oportunidad de caminar por la empresa, pero me emociona mucho el hecho de saber que vamos a trabajar en el Foro 1, porque ahí fue mi primera telenovela, estuve casi dos años grabando Agujetas de color de rosa, entonces, ese foro me trae muchos recuerdos; también me da curiosidad saber quiénes del equipo técnico siguen trabajando ahí, ¡me va a dar mucho gusto verlos porque yo trabajé ahí cuando tenía 18 años!”, contó.
Y es que esta historia, Natalia le dará vida al personaje de “Guadalupe”, una mujer de mediana edad, alejada del papel de protagonista juvenil que la posicionó en el ojo público. Sobre este cambio en su trayectoria, Natalia contó:
“Este lapso de ser la protagonista joven y luego ir madurando es maravilloso conforme vas siento tú; es decir, vas creciendo como ser humano a la par que en tu carrera como actriz, con todas esas emociones que vas viviendo en la vida y esa madurez que vas adquiriendo. Naturalmente los personajes que te empiezan a ofrecer cambian, y es congruente que ahora sea la mamá y no una jovencita”, añadió la actriz de 47 años.
Tras Amores verdaderos, donde también alternó con Ana Martin, Esperón pasó el tiempo dedicada a su familia, y aunque no vivió un evento definitivo que la haya hecho pensar en el retiro, la actriz decidió abocarse al cuidado de su casa:
“Me dediqué a ser ama de casa, que no es una tarea fácil, es algo que se ha desvalorado muchísimo, lo ven como algo insignificante, cuando realmente eres el pilar de una casa; el trabajo en el hogar es fuerte, educar a los hijos es fuerte, y estar al pendiente de todo, ¡mis respetos!”, externó.
Y es que gracias a mantenerse al cuidado de sus tres hijos, Natalia no se perdió aspectos de su crecimiento: “Estuve con ellos en una etapa de educación, de formación y de pilares, entonces puedo decir que soy muy afortunada porque no me he perdido de casi nada de mis hijos, los he disfrutado mucho; y mi trabajo como actriz es increíble porque te permite regresar en el momento que quieras”.
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