Christiane Martel se convirtió en una de las actrices más bonitas de la Época de Oro del cine mexicano y, al poco tiempo, parte de la política mexicana, pues mientras comenzaba su carrera artística en el país, conoció al que sería el amor de su vida, Miguel Alemán Velasco.
Martel además de ser la segunda ganadora del certamen Miss Universo, jurado de certámenes de belleza y una reconocida actriz, también fue la primera dama de Veracruz porque se casó con un hombre que estaba muy sumergido en la política de México por ser el hijo de un presidente.
No obstante, ella nunca se imaginó llegar a enamorarse del hijo de un político, pues pensaba que no serían atractivos para ella y, seguramente, muy rígidos.
Christiane acababa de ganar Miss Universo 1953, donde quedó como finalista Ana Bertha Lepe, cuando se encontraba realizando viajes por el mundo, y uno de los países que debía visitar era México.
Al llegar al país Emilio El Indio Fernández la invitó a una comida que ofrecería en su casa, donde se encontraría muchos artistas. Ella aceptó pese al temor de no poder comunicarse con los demás invitados, pues para ese momento todavía tenía problemas con el español.
En la comida la sentaron al lado de un joven que sabía hablar francés y la ayudaba a traducir lo que estaban diciendo los demás, así que formaron muy buena amistad con apenas saber acerca del otro.
El Indio quería que la modelo se integrara más con los otros invitados, así que empezó a pedir que bailara La Bamba con Miguelito. Ella se animó a hacerlo a cambio de que la enseñaran, y así fue como por primera vez se divirtió con Alemán Velasco, sin saber que era el hijo del expresidente.
Después Christiane quiso saber quién era Miguel, a lo que le respondieron que era el hijo de Miguel Alemán Valdés, quien acababa de concluir su sexenio como titular del ejecutivo.
Ella se sintió muy sorprendida, pues no podía creer que el hijo de un político pudiera ser un joven “tan apuesto, tan sencillo”. Martel se sintió fascinada de que Alemán no fuera una persona soberbia y que fuera tan simpático con ella.
Uno de los primeros gestos que tuvo él con Christiane fue acompañarla hasta su automóvil esa tarde cuando se despidió. Ambos estaban muy interesados el uno por el otro, así que intentaron todo por volver a encontrarse, pero la apretada agenda que tenían los dos lo impidió por un tiempo.
Cuando por fin lograron volver a verse, el empresario la invitó a bailar a uno de los centros nocturnos más populares del momento, El Patio. Desde entonces, poco a poco se fueron conquistando, hasta caer completamente enamorados.
Sin embargo, la protagonista de Adán y Eva pronto se enfrentó a una familia mexicana muy conservadora y tradicional que no veía nada bien el hecho de que su hijo estuviera con una francesa, Miss Universo y actriz. Además, Miguel ya estaba comprometido con otra mujer; Martel y Alemán tuvieron que luchar por su amor y aprobación de la familia.
Después de siete años de haberse conocido, la pareja llegó al altar con una ceremonia privada en 1961. Al poco tiempo le dieron la bienvenida a sus tres hijos: Carla, Mónica y Miguel Alemán Magnani.
La pareja celebró sus bodas de oro en 2001 en la Basílica de Guadalupe en compañía de sus hijos, nietos y familiares cercanos.
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