Pedro Infante en una ocasión cantó para Dolores del Río, y sentía tanta admiración por ella que lo tomó como todo un honor.
Desde muy joven Pedro Infante tuvo el objetivo de convertirse en un gran músico, algo que heredó de su padre, pues él era músico y trabajaba en una orquesta de Sinaloa. Fue por esto que el Ídolo del Pueblo comenzó su carrera al lado de su progenitor, acompañándolo fielmente a sus presentaciones.
Poco a poco se hizo de su propia fama en Sinaloa siendo parte de orquestas y bandas, pero tras haber cumplido 21 años decidió dejar Guamúchil y toda la popularidad que ya había ganado para ir a la capital del país para cumplir sus sueños.
Estando ya en la Ciudad de México, Pedro trabajó durante sus primeros años en la capital con la orquesta Roof Garden, la cual tenía un gran prestigio y en varias ocasiones tenían que presentarse en eventos de políticos y artistas.
El cantante fue adquiriendo fama por cantar canciones como Stardust, uno de los temas favoritos del momento y que permitía al sinaloense jugar con sus capacidades vocales. Rápidamente se convirtió en uno de los intérpretes más queridos por las personas que frecuentaban centros nocturnos.
En una de las tantas noches que Infante trabajó en el Tap Room, uno de los salones más famosos de la época que se encontraba en el sótano del Hotel Reforma, se encontró con una de las actrices que consideraba su ídola: Dolores del Río.
Y es que a este lugar usualmente acudían los más importantes histriones, pero Pedro no había tenido la oportunidad de coincidir con Lolita hasta esa noche de 1942.
Según relató María Luisa León, la primera esposa del actor y con quien vivió durante sus primeros años en la ciudad, ese día Infante llegó de trabajar muy efusivo y más tarde que de costumbre. En cuanto la saludó le dio la noticia de que le habían tomado una foto junto a Dolores del Río.
Esa noche Pedro fue solicitado para acercarse a la mesa en donde se encontraba la actriz y cantarle, pues al ser el director de la orquesta y su voz, habría llamado la atención de Dolores y sus acompañantes.
El Ídolo de Guamúchil, con tan solo 24 años, se sentía completamente honrado de haber tenido la oportunidad de interpretar algunas canciones a la histrionisa, quien desde entonces ya se había posicionado como una de las estrellas más importantes de la Época de Oro del cine mexicano, así como también en Hollywood.
Para el joven sinaloense, Del Río parecía como una reina, su belleza le habría fascinado, y al ser todavía un cantante novato en la Ciudad de México, para él el haber cantado para la actriz y, además, haber sido fotografiado con ella, era un sueño hecho realidad.
El momento habría sido especial también para la prensa de la época, pues la foto fue publicada al día siguiente en un periódico. En la imagen se ve a un Pedro Infante que no utilizaba el bigote que después se volvió característico de él, porta una guitarra que está tocando mientras canta. A su lado, Dolores lo ve sonriente y atentamente.
Lamentablemente, los artistas nunca trabajaron juntos para alguna película, sólo llegaron a compartir créditos en El Reportaje, una de las cintas más ambiciosas de Emilio El Indio Fernández, pues intentó reunir a los actores más importantes del momento. Además de Pedro Infante y Dolores del Río, cerca de 30 histriones participaron en el filme.
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