Arturo Rivera: cómo nació el grito “Arriba los rudos, los rudos, los rudos... y el Atlante”

Arturo El Rudo Rivera, uno de los más grandes narradores y divulgadores de la lucha libre en México, falleció a los 67 años, luego de reportarse que fue hospitalizado por problemas de salud.

Sin embargo, quedará en la memoria de todos los aficionados al pancracio por las frases que inmortalizó a lo largo de todos los años que se dedicó a la narración de los enfrentamientos desarrollados en diversas plazas mexicanas.

Tal es el caso de aquella donde gritaba “Arriba los rudos, los rudos, los rudos... y el Atlante”, cada vez que el bando mencionado lograba una victoria sin precedentes contra Los Técnicos, pues Rivera empataba más con la personalidad de los antagónicos.

El mismísimo Rudo Rivera contó la verdadera historia de la frase que, a pesar de que muchos se la han adjudicado a lo largo de los años, realmente la tomó prestada de uno de los más grandes fanáticos de la lucha libre mexicana.

De acuerdo con su versión, contada para el canal de YouTube de Antonio De Valdés, cuando asistía a las luchas, se encontraba en la Arena Coliseo con “El Canario”, fanático de la primera fila que cuando ganaban los rudos, agitaba con gran entusiasmo una campana, al tiempo que gritaba “Los rudos, los rudos, los rudos”.

Se trataba ni más ni menos, que de Francisco Mejía Cerón, el padre del reconocido torero mexiquense, Manolo Mejía, a quien Rivera le pidió prestada la frase que años más tardes se convirtió en uno de los sellos distintivos del “Rudo”, palabras legendarias.

Con el paso del tiempo, Arturo Rivera le agregó un ingrediente extra, pues como fanático de Los Potros de Hierro del Atlante, quiso celebrar al mismo tiempo a los colores que lleva en el corazón desde tiempos inmemorables.

Manolo Mejía fue uno de los más famosos toreros mexicanos de los años ochenta. Su carrera comenzó desde los 8 años, cuando debutó con becerros de Montecristo, lo que más tarde lo llevó a presentarse como novillero.

Desde sus primeras presentaciones en la Plaza de La Florecita, en Ciudad Satélite, Estado de México, escaló en muy poco tiempo hasta la Monumental Plaza de Toros México, donde alternó con Félix Briones y Rafael Carmona.

Sus padrinos de alternativa fueron Eloy Cavazos, Antonio Lomeli y Miguel Espinosa; mientras que durante la confirmación de alternativa en las plazas de toros fue Antoñete y Eloy Cavazos como testigo de su hazaña.

Francisco Mejía Cerón, o Don Pancho, como lo conocían sus allegados, padre del torero Manolo Mejía, murió a la edad de 92 años en su hogar, Ciudad Satélite, Estado de México, a consecuencia de un paro cardio respiratorio.

El Canario siempre fue un gran fanático de la lucha libre, y de las corridas de toros, pues desde su juventud no se perdía las fiestas bravas organizadas en el Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México. Además, asistía continuamente a las Arena Coliseo.

A través de las redes sociales, el matador Manolo Mejía dio a conocer la noticia con emotivo mensaje en el que le agradeció su apoyo incondicional, así como sus enseñanzas a lo lardo de su carrera como torero.

“Papá muchas gracias por tu legado, por inculcarme el cariño, el amor y la afición a la fiesta brava. Gracias por tus enseñanzas, por tus regaños, por tus jalones de orejas, sin duda sirvieron bastante. Quisiste cumplir un sueño conmigo y al final estoy orgulloso de lo que lograste en mí, muchas veces chocamos con nuestro carácter, el tuyo más fuerte, más duro”.

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