Pedro Infante no fue el único de su familia que decidió probar surte en el cine durante la Época de Oro, pues también su hermano Ángel lo intentó. No obstante, el Ídolo del Pueblo tuvo que interceder para que su mayor lograra interpretar su primer papel protagónico.
Mientras que Pedro Infante desde su niñez se vio muy interesado porque hacer lo mismo que su papá, es decir, tocar varios instrumentos y aprender a cantar, sus ocho hermanos estaban ocupados resolviendo sus vidas e intentando apoyar económicamente a la casa.
Fue por ello que el sinaloense llegó sólo con su esposa María Luisa León a la capital mexicana y tras muchos esfuerzos por hacer triunfar como cantante y actor, logró posicionarse como uno de los artistas más importantes de la Época de Oro.
Cuando Infante ya tenía una buena posición económica, decidió comprar una casa en Lindavista para que toda su familia fuera a la Ciudad de México, pues los quería tener a todos cerca de él.
Desde entonces, el protagonista de Los Tres Huastecos se convirtió completamente en el sustento económico de los Infante, desde sus hermanos, su mamá y todos sus sobrinos, que en total eran cerca de 30 personas.
Ángel el hermano mayor de Pedro, era un policía de tránsito y él había llegado antes que el actor a la ciudad, pero su relación tuvo sus malos momentos cuando el Ídolo de Guamúchil decidió buscar suerte en el espectáculo y no recibió ayuda alguna de Ángel.
No obstante, el entonces policía quiso también ser actor, seguir los pasos de su hermano y convertirse en un personaje importante a nivel nacional, por lo que comenzó a trabajar como extra en muchas películas, en la mayoría de ellas Pedro también estaba.
Tras varios años de carrera con papeles sin acreditar, el mayor de los Infante logró que Juan Bustillo Oro le diera el papel protagónico de Por ellas aunque mal paguen, un remake de Al son de la marimba con dos grandes artistas: Silvia Pinal y Fernando Soler.
Ángel puso una condición para participar en esta cinta, y fue que su hermano lo apadrinara y estuviera junto a él a lo largo de la trama. Pedro se negó a hacerlo, según reveló Irma Dorantes, pero la mamá de los hermanos intercedió y le pidió a cantante que aceptara.
Al intérprete de 100 años no le quedó más que apoyar a su hermano, pues anteponía la palabra de su madre a todo. Es por ello que el Ídolo accedió a interpretar algunas canciones como Nocturnal o Maldita sea mi suerte.
Sin embargo, a Ángel no le fue muy bien en el filme. Su personaje se vio opacado por Silvia Pinal y Soler, además de la presencia de su hermano.
Ante este mal comienzo en el cine, Pedro decidió continuar apoyando a Ángel, principalmente dándole consejos de actuación y sobre qué papeles tenía que aceptar. Según el protagonista de Pepe el Toro, lo mejor para la edad de su hermano era ser un villano, pues sólo así resaltaría.
Ángel se oponía a tener personajes antagónicos porque él quería ser igual que Pedro, es decir, quería convertirse en un galán de la pantalla grande. Hizo varias decenas más de películas pero, lamentablemente, no logró alcanzar la popularidad de su hermano.
Otro de los hermanos del Ídolo que intentaron seguir sus pasos fue José, quien al principio no tenía profesión y Pedro lo contrató como su chofer y asistente. A la muerte del cantante probó suerte como actor en 1961 con la película La vida de Pedro Infante, en la cual interpretó a su hermano.
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