Bárbara de Regil ha destacado a lo largo de su trayectoria por su papel en Rosario Tijeras, además de ser influencer en redes sociales y promocionar una vida fitness a través de ellas. No obstante, en esta ocasión, la actriz abrió su corazón y contó un difícil momento que le sucedió en su juventud.
Fue durante el programa El minuto que cambió mi destino, donde Bárbara platicó con Gustavo Adolfo Infante de una ocasión en la que casi abusan sexualmente e ella.
“Salí de casa de un amigo en Costa Azul, en Acapulco, y me subí a un taxi, un bocho blanco con azul. Le dije: ‘Llévame a mi casa’, mi papá vivía del otro lado”, comenzó a narrar.
Sin embargo, el trayecto no fue nada cómodo para la artista, ya que el conductor intentó sobrepasarse con ella.
“Íbamos en el bocho y en eso, frente a una plaza que es color azul, el tipo me empezó a tocar la pierna. Abrí la puerta, me bajé corriendo, se estacionó, se bajó corriendo atrás de mí y me agarró del cuello: ‘Págame mamita’. Una cosa muy fea” , añadió.
Pero esta no fue la única ocasión en la que Bárbara fue víctima de un contexto machista en México, ya que reveló otra ocasión en la que un conductor la acosó.
De Regil explicó que también se subió a un taxi en Acapulco, pero el sujeto empezó a irse por las montañas hacia Caleta y se detuvo en un mirador. Ante ello, la influencer se mostró desconcertada.
“Le dije: ‘Creo que por aquí no es, joven’, y me empezó a contar: ‘Desde hace mucho no tengo relaciones con mi esposa y me gustaría tener contigo’. Me dijo muchas cosas y me puse a llorar, cuando quise abrir la puerta, él puso la mano y dijo: ‘Cálmate. Yo era muy chiquita. El señor me dejó ahí y me bajé corriendo, llorando, pase muchas veces este tipo de agresiones”, comentó.
La protagonista de Rosario Tijeras dijo que ella notó “un foco rojo” cuando se subió al taxi, pero no se bajó porque creyó que no había sido algo de importancia.
“Lo dejas y dices: ‘voy bien’, pero si viste un foco rojo, identifícalo y corre”, dijo y recordó que las faltas de respeto hacia las mujeres es algo que sucede cotidianamente.
Para ejemplificar contó otra situación que le sucedió recientemente en donde salió a correr y se percató que un par de hombres se le quedaron viendo y se recargaron en un coche para esperar a que pasara por ahí y pudieran acosarla.
“Lo hicieron para ver mi parte trasera y me dio tanto coraje porque estaban haciendo cosas [...] y me enojé tanto que me paré, los vi y les dije: ‘¿Qué ching*dos?”, añadió, pero confesó que después de ese momento ya prefiere salir a ejercitarse con una sudadera amarrada a la cintura.
Por su parte, Gustavo Adolfo Infante señaló que era inaceptable que las mujeres no pudieran transitar tranquilas o vestirse como deseaban y remarcó que era labor de los hombres respetar a las mujeres.
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