Eva Longoria estrenó en el Festival de Sundance el documental “La Guerra Civil”, que repasa la rivalidad entre los boxeadores Óscar de la Hoya y Julio César Chávez, y lo que significó para la comunidad mexicana en Estados Unidos.
“Soy 100% mexicana y 100% estadounidense. Al mismo tiempo. No tienes que elegir”, aseguró Longoria en la presentación del filme, cuya trama repasa las diferencias que había entre Chávez, un veterano boxeador mexicano, y De la Hoya, una joven promesa estadounidense de origen mexicano.
El momento cumbre de su competencia llegó en 1996, cuando el combate que enfrentó a ambos deportistas dividió a la comunidad mexicana entre los que apoyaban a Chávez, una leyenda del boxeo en su país, y los que se decantaron por De la Hoya, visto por los otros como un estadounidense ajeno a su cultura.
“Oscar (de la Hoya) y yo hemos sido amigos durante 25 años y me dijo que quería que dirigiera el documental sobre el aniversario de la pelea”, explicó Longoria durante el coloquio posterior al estreno.
La actriz y directora afirmó que aún recuerda la división cultural que supuso ese combate.
“Hasta mi casa estaba dividida y pensé que era interesante analizar ese aspecto porque es algo a lo que aún nos enfrentamos como comunidad”, añadió.
Longoria, quien hasta ahora había dirigido varios proyectos televisivos y cortometrajes, expresó su amor por el género documental: “Es uno de mis medios favoritos. Me encanta humanizar los problemas”.
“La Guerra Civil”, que Sundance eligió como uno de sus filmes inaugurales, está rodado mayoritariamente en español e incluye entrevistas con los dos boxeadores y reflexiones de otros iconos del mundo latino, como el actor Mario López.
Chávez recuerda en la cinta su infancia humilde en Sonora (norte de México), donde comenzó a boxear para ganar dinero y ayudar a sus padres, mientras De la Hoya insiste en que siempre quiso conservar las raíces mexicanas de su familia y profesaba una enorme admiración por Chávez desde que comenzó a practicar boxeo impulsado por su padre, con apenas cinco años.
“Estaba tan concentrado que nunca me di cuenta del impacto cultural del combate. Pero cuando vi a Chávez, el héroe nacional de México, experimenté por primera vez esa división”, señaló De la Hoya durante el coloquio.
“Tu corazón está en México, en tu cultura, pero también amas Estados Unidos, que es de donde eres y te ha ofrecido tantas oportunidades”, dijo al recordar su experiencia como hijo de inmigrantes.
Longoria, que subrayó su amistad con De la Hoya, afirmó que se sintió reflejada en el boxeador estadounidense desde joven, cuando su familia seguía sus combates por televisión en su casa de Texas (EEUU). “Me veía a mí misma en él, y mis primos también”, analizó.
La de Rivera fue una de las entrevistas más difíciles de conseguir. Tenía 103 años en ese momento y su familia no estaba interesada en permitir que un equipo de cámaras viajara a México para entrevistarlo en el punto álgido de la pandemia. Incluso montaron una versión del documental sin él, pero mantuvieron la esperanza y finalmente consiguieron la entrevista.
Ahora Longoria Bastón espera que la película llegue a una gran audiencia, incluidos aquellos que quizás no piensen que un documental de deportes o boxeo sea para ellos.
“Todavía estamos lidiando con problemas similares, especialmente porque la inmigración es un tema tan candente y la economía se ve tan afectada por el COVID y nuestra comunidad, la comunidad mexicana, se ve afectada de manera desproporcionada por el COVID. Creo que todo sigue siendo terreno fértil para conversar”, señaló. “Hallemos nuestros puntos en común más que nuestras diferencias porque tenemos problemas mucho más importantes que enfrentar y debemos enfrentarlos juntos”.
Con información de EFE
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