“Caiga quien caiga”, veracidad, el contenido como estrella y un lenguaje millennial, son los “mandamientos” que a decir de Elisa Beristain y Javier Ceriani han llevado a su programa Chisme No Like a convertirse en uno de los más vistos y comentados entre la comunidad hispanoamericana.
En entrevista para Infobae México, los polémicos conductores apuntan que los factores que han llevado a su canal de YouTube a ubicarse como uno de los favoritos de los internautas y televidentes es que hacía falta un programa que fuera honesto, sin amiguismos, sin compromisos y con el “lenguaje del futuro”, por ello, hace tres meses el noticiero de espectáculos comenzó a transmitirse a través de la señal A+ de Azteca.
“Quizás nosotros no somos millennials, pero entendimos que el mundo iba a cambiar. Estábamos hartos, ya no entendíamos el viejo mundo de la televisión y la radio y dijimos ‘hay que patear el tablero, hagamos algo en Youtube’ y el público lo entendió perfectamente y lo estaba esperando, por eso nos volvimos youtubers sin ser el chico de 20 años”, reconoce Ceriani, quien también agrega que incluso las televisoras han comenzado a cambiar su visión y, como ocurrió con la empresa de Ricardo Salinas, les han abierto las puertas.
Mientras conduce su automóvil para ir a una cita a Beverly Hills, Elisa Beristain va más allá y se atreve a asegurar que Chisme No Like, que actualmente cuenta con 565 mil suscriptores, es incluso más fuerte que TMZ ‒uno de los sitios dedicados a las celebridades con mayor peso a nivel mundial‒, sumado al “sabor” que ambos conductores agregan a la hora de dar las noticias.
Ceriani, quien recientemente tuvo un altercado con Sergio Mayer por cuestionarlo sobre presuntos nexos con el narcotráfico revelados por la periodista Anabel Hernández, subraya que el programa ha obligado a cambiar la forma de hacer periodismo de espectáculos: “El gran enojo que tuvieron casi todos los presentadores de México con nosotros es que les ganábamos las exclusivas por dos personas que teníamos trabajando y ellos 70, ellos con un procedimiento millonario y nosotros con el súper chat de WhatsApp de dos dólares”, señala.
La estrella es el contenido
Pese a que el programa del argentino y de la también protagonista del show Rica, famosa, latina, ha sacado infinidad de exclusivas que les han dado eco, Ceriani precisa que la estrella del futuro en este tipo de producciones es el contenido mismo.
Beristain, casada con el productor Pepe Garza, describe que con el programa no solamente buscan entretener, sino ser honestos y novedosos, poniendo ingredientes diversos como el no hablar siempre y de manera “correcta” de los mismos personajes del medio artístico; mientras que Ceriani apunta que también es necesario convertirse en un lobo para agudizar el olfato periodístico y saber en dónde está la presa.
En boca de los responsables de Chisme No Like, entre los temas que ellos han ventilado (y la competencia no) se encuentran investigaciones de acoso en producciones televisivas; el fraude del cirujano plástico de muchas estrellas, Juan José Duque, hoy detenido y a quien se le relaciona con narcomenudeo; el caso del esposo de Ninel Conde, Larry Ramos, a quien se le acusa de defraudar a más de 200 personas; o bien la deuda de Laura Bozzo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México que destaparon primero hace dos años.
Para los conductores de uno de los programas de espectáculos más afamados del momento, el hacer investigaciones de largo aliento y que tengan repercusión también es primordial: “Cuando te das cuenta que un programita de YouTube puede llegar a colaborar con una Fiscalía para meter preso a alguien te das cuenta de la dimensión del trabajo nuestro”, subraya Ceriani y alude al tema de Larry Ramos.
El dúo que pone en jaque a las estrellas comenta que uno de los temas al que le siguen la pista desde hace seis meses es el de un hombre argentino que se llama José María De Niro, que se hace pasar por un supuesto primo del actor Robert De Niro para engañar a la gente, falsificando hasta publicaciones del New York Times o inventando una supuesta secretaria usando la imagen de una modelo australiana que en realidad está muerta.
“Otras veces tenemos pruebas y cosas que la industria no quiere escuchar, entonces decimos que al pasar de los años nos darán la razón, no nos importa el crédito ahora, ese tipo de cosas que a veces nos callamos con determinados personajes porque preferimos entregarle el material a la Fiscalía y decir ‘mejor que haya justicia’ que estar nosotros ganando followers, pero a la larga van a decir: ‘Ay, pero teníamos razón’, porque a veces hay que tener paciencia”, dice el también actor.
Javier Ceriani y Elisa Beristan acusan que han sufrido bullying y deméritos de colegas que han sido “ponzoñosos” por lo que han logrado y por sus primicias, pero el exconductor de Al Extremo menciona que es preferible dejar el ego a un lado y, si no tienes la primicia, dar crédito a quien lo dijo y darle una buena continuidad a la noticia con altura y calidad.
El estigma
Aunque quienes entran al mundo del periodismo de espectáculos podrían ser tachados de “chismosos” por “entrometerse” en la vida de quienes están en la farándula, Elisa y Javier han sabido darle la vuelta a este estigma y, aseguran que al momento no cuentan con ninguna demanda por sus revelaciones o dichos, aunque sí con una gran cantidad de amenazas que tampoco los han frenado.
El presentador ‒quien en 2014 recibió las llaves de la ciudad de Miami por su “aporte al mundo del entretenimiento”‒ destaca que muchos programas de política han retomado la información que ellos dan, pero critica que les dé vergüenza decir que la fuente es el noticiero de espectáculos, aunque en palabras de Elisa, esto ha ido cambiando poco a poco.
Mencionan que un gran caso en el que al parecer ha llegado a acomplejar el nombre de Chisme No Like es a la periodista Anabel Hernández, pues pese a que el programa es el único que a la fecha sigue retomando la información publicada en su libro Emma y las otras señoras del narco, nunca les ha concedido ninguna entrevista “porque tal vez nos ve como algo banal”, suponen.
Respecto a los atropellos que han recibido en su contra, en especial Elisa, concuerdan que no pueden exponer a la gente y pedir que tengan compasión con ellos, no obstante, cuando alguien dice cosas malas, ellos aseguran que lo toman como publicidad gratuita. No obstante, Ceriani aclara que sí hay un límite para aguantar la difamación, pues apunta que al final es su nombre, su trabajo, y debe estar completamente limpio para dedicarse a revelar información: “Esta gente también está ensuciando la cancha de un partido que nosotros estamos jugando con las reglas del partido, ellos están pegando al penal a lastimarnos los tobillos”, dice.
Pese a que una de las características de la dupla es “hablar sin pelos en la lengua”, también reconocen que ha habido muchas ocasiones en las que han tenido que pedir disculpas, como cuando se “apasionan” de más y comienzan a usar adjetivos calificativos o incluso cuando llegan a usar expresiones que pueden llegar a mal interpretarse, como una vez que el argentino llamó “tarado” al cantante Pablo Montero.
El éxito que se ha acumulado Chisme No Like en sus dos años de vida podría no ser la cima, y es que los conductores adelantan que entre los planes para este 2022 está el tener más presencia en más ciudades de Estados Unidos y México, especialmente éste último para llegar a gente que incluso no tiene acceso a internet o a un celular.
Finalmente, Elisa Beristan y Javier Ceriani concuerdan que hay mucha gente a la que no le conviene que Chisme No Like siga existiendo, que hay intereses creados para molestarlos o destruirlos, sin embargo, advierten que hay una comunidad “monstruosa” que no permitirá que el programa sea humillado, opacado y cancelado.
“Cada vez que quieran intentar censurar a Chisme No Like, se van a encontrar con un monstruo que se llama las redes sociales. El público que quiere este programa y eso lo tienen que tener en cuenta cuando quieran venir a pisarnos y poner un pie, que no somos nosotros, es un pueblo entero. Hay un nuevo mundo donde no se puede tapar la información como antes que llamabas por teléfono a una televisora y decías ‘este tema no va’, ya se terminó, hoy la libertad es total”, finalizaron.
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