Este 3 de enero se dio a conocer que Gaby Castillo, también conocida como Briela Sanz, fue aprehendida en las calles de Peralvillo, en la Ciudad de México, cuando transitaba junto a su supuesta pareja, José Hareff Soto, en una camioneta de lujo de la cual no pudieron acreditar cabalmente su propiedad.
La ex participante del programa Enamorándonos y su acompañante fueron sorprendidos manipulando envoltorios que, según averiguaron las autoridades más tarde, contenían paquetes de cocaína y mariguana.
Aunado a ello, la pareja llevaba consigo un arma de fuego. Ha trascendido que supuestamente Gaby y José intentaron sobornar a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes no accedieron a la oferta y procedieron a arrestarlos para trasladarlos al bunker 50 del Ministerio Público de la Ciudad de México, en la colonia Doctores.
Ambos, ella de 26 y él de 35 años, fueron detenidos por delitos contra la salud, cohecho y encubrimiento por recepción, toda vez que José Hareff presuntamente pertenece a una banda familiar dedicada a la compra de vehículos de lujo con cheques sin fondo.
Así fue determinado por un juez de control que analizó algunos datos de prueba aportados por el representante social de la Fiscalía de Investigación Estratégica Central y la duplicidad del término constitucional que solicitó la defensa de ambos.
Tras pasar casi 48 horas en el bunker, un juez ordenó que la modelo mexicana y José Hareff fueran trasladados; ella al penal femenil de Santa Martha Acatitla, y él al reclusorio Norte de la Ciudad de México. Una vez dentro fueron interrogados en su primera audiencia de la que aún no hay una resolución, por lo que se ha comenzado a especular qué pasará en el caso.
Ahora se ha dado a conocer que la también cantante de reggaetón habría llevado a cabo una estrategia para que el próximo 10 de enero, fecha de su segunda audiencia ante los autoridades, no sea encontrada culpable por los delitos que se le imputan, ni que la relacionen con el hombre con quien fue encontrada a bordo de una camioneta negra.
Según Antonio Nieto, reportero de Televisa, la ex amorosa habría considerado argumentar ante las autoridades que no tiene ninguna relación con José Soto, “yo sólo estaba dando un servicio”, habría dicho la detenida frente a las autoridades en el cuestionamiento sobre su relación con el hombre con quien fue encontrada.
“Dijo ser escort. Gaby Castillo, de Enamorándonos, detenida por SSC CDMX, pretextó ser acompañante del defraudador José Soto. ‘Yo sólo le estaba dando un servicio’. Mintió. Salía con él desde hace 8 meses, así como lo hizo con El Lunares”, escribió el reportero en su cuenta de Twitter.
Con esta estrategia, la bailarina, quien también ha participado en otros programas de TV Azteca como Venga la alegría y La resolana, buscaría librar la cárcel, sin embargo, se sabe que ambos tendrían una relación desde hace 8 meses, por lo que ella podría ser señalada como cómplice y resultar responsable de la posesión de algunos autos de alta gama, como los que usualmente publicaba en su perfil de Instagram.
Cabe mencionar que al conocerse que la camioneta en la que viajaban estaba relacionada con una indagatoria iniciada en Nuevo León por el delito de fraude, el denunciante compareció y presentó la indagatoria documentada, por lo que el agente de la Fiscalía les imputó a ambos el delito de encubrimiento por recepción.
Además de su relación con cabecillas de la mafia local, Gaby Castillo se ha sumado a la lista de ‘las novias del narco’ que han sido intervenidas estéticamente para modificar su físico y silueta. Se trata de mujeres vinculadas a capos que han acudido con el mismo médico cirujano plástico. Así lo dio a conocer el reportero Carlos Jiménez:
“Gaby Castillo en la lista del doctor Casarrubias. La mujer detenida por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México forma parte de las novias de La unión que se realizó sus arreglos físicos con este cirujano plástico. Así lo presumía ella en sus redes. Algunas de sus clientas: Valeria, Nalliby, Elizabeth y Aranza”, escribió en su cuenta de Twitter.
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