A lo largo de la historia del cine mexicano han logrado resaltar algunas estrellas a nivel internacional, incluso en la Época de Oro, cuando era más complicado que ahora el brillar en el exterior. María Elena Marqués fue una de las actrices que lo consiguió, sin embargo, optó por dejar su exitosa carrera en Hollywood y en su país natal porque no estaba dispuesta a envejecer en público ni a participar en películas con cualquier tipo de desnudo.
María Elena Marqués inició en el cine cuando todavía no cumplía los 20 años. Ella y el cineasta Fernando de Fuentes eran vecinos, lo que los llevó a encontrarse en alguna ocasión. Él se habría sorprendido por la belleza de la joven y no dudó en invitarla a hacer una prueba de cámara, lo que resultó en un éxito.
Su primera película fue Dos corazones y un tango en 1942. Pese a que no fue su trabajo con mayor reconocimiento, sí le abrió la puerta a otras oportunidades con el mismo De Fuentes, quien trabajaba con artistas como Jorge Negrete.
No tuvo que transcurrir mucho tiempo para que Marqués protagonizara su primera cinta, pero el verdadero reconocimiento comenzó cuando participó en Doña Bárbara junto a María Félix. Otro de los filmes con gran importancia en su carrera fue La Perla, película de Emilio “Indio” Fernández. Esta producción le permitió comenzar a hacerse camino en el extranjero, pues en Italia fue premiada como Mejor Actriz en la Bienal de Venecia.
María Elena triunfó al lado de Jorge Negrete, Mario Moreno Cantinflas, Arturo de Córdova, inclusive con el llamado Rey de Hollywood, Clark Gable, participó en más de 100 producciones y fue galardonada en Estados Unidos, Europa y en México con varios premios Ariel, pero decidió frenar su carrera después de tres décadas, cuando tenía 46 años.
La histrionisa decidió ir retirándose poco a poco y comenzó a dejar de aceptar todos los proyectos que le ofrecían. Nunca dio una razón, pues se pensó que sus otras actividades profesionales y la familia que conformó con el actor y piloto Miguel Torruco.
Marqués incursionó en la política como diputada federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y siempre mostró interés por las cuestiones administrativas de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), de la cual fue parte de su fundación y en la que constantemente se envolvió.
Muchos años después de que se le dejó de ver en la pantalla grande, así como en telenovelas, fue cuestionada por un periódico de divulgación nacional sobre las razones de su alejamientos de las cámaras, a lo que respondió:
“Por miedo al sexo y a la violencia en las películas. Yo me retiré muy guapa y Arielada, por eso mismo no me gustaría regresar. Uno nace con la belleza que Dios le da y muere con la que uno merece”
Esta frase la acompañó hasta su muerte, pues fue una respuesta tajante y reveladora.
La protagonista de Romeo y Julieta confesó que para ella era imposible regresar al medio artístico porque no quería convertirse en pantalla en la abuela de alguna joven que mostrara su cuerpo, estaba en contra de este tipo de comportamientos en el cine y, además, pensaba en que podría ser una falta de respeto a su familia.
María Elena Marqués falleció a los 81 años por un paro cardiaco, decidida a nunca regresar al ojo público, pero acompañada de sus dos hijos. En su último trabajo fue la encargada del área de jubilaciones de la ANDA.
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