Hablar de la época dorada de Televisa es motivo necesario para relacionarlo con su fundador Emilio Azcárraga Milmo. El empresario fue el encargado de seleccionar al talento que participaba en todos los programas que ofrecía la televisora desde su creación en 1973 con la fusión de Telesistema Mexicano -que le pertenecía a su padre Emilio Azcárraga Vidaurreta- y Televisión Independiente de México.
Por este motivo los actores y actrices que habían migrado del teatro, teleteatro o cine siempre buscaron la aprobación de quien inmortalizó su nombre en México como El Tigre Azcárraga. No había telenovela donde sus protagonistas o antagonistas no fueran aprobados por él, a pesar de que los productores o directores de casting “aparentemente” tenían dicha responsabilidad.
En la televisora de San Ángel se sabía quiénes eran los consentidos y por esos motivos personalidades como Verónica Castro, Lucía Méndez, Miguel Alemán Velasco, Ernesto Alonso, Valentín Pemstein, Jacobo Zabludovsky o el más sonado Juan Dosal siempre tuvieron lugares privilegiados dentro de las producciones del magnate de las telecomunicaciones.
Después de un gran éxito en los años 80 con melodramas que hoy son referentes culturales del país como Cuna De Lobos, Rosa Salvaje o El Extraño Retorno de Diana Salazar, Emilio Azcárraga Milmo tuvo que tomar la decisión de quién sería la actriz que protagonizara la nueva gran apuesta de la empresa: María Mercedes (1992).
Para sorpresa de los televidentes, críticos y mismos colegas de la empresa el gran protagónico fue otorgado a Thalía, quien con apenas tres títulos no contaba con una gran trayectoria. Si bien la cantante ya era algo conocida en el país por su trabajo dentro de Timbiriche y su debut como solista con su álbum homónimo en 1990, su escaso paso por la televisión mexicana fue muy cuestionado.
Los primeros rumores apuntaban a que la cantante había buscado la manera de seguir su rivalidad con Paulina Rubio, quien había debutado como actriz en 1988 en la telenovela Pasión y Poder, ya que se había anunciado que también sería solista a solo unos meses de que Thalía lo fuera.
A pesar de que para muchas personas esta situación tuvo lógica, para otros cuantos y en especial para periodistas de espectáculos causó gran sorpresa la elección de la cantante. Fue así como el rumor entre un supuesto romance entre El Tigre Azcárraga y Thalía inició y tomó mucha mayor fuerza al convertirse dicho melodrama en un éxito y que a la cantante se le ofreciera de manera casi inmediata y con un horario estelar la telenovela Marimar, que interpretó con Eduardo Capetillo.
A pesar de que desde 1990 el empresario mantuvo una relación formal y pública con Adriana Abascal, Miss México en 1989, la oferta de María, la del barrio para la cantante pop con el contrato más caro en la historia de Televisa, según lo dicho por la misma Thalía, terminó por alimentar dichos rumores que duraron hasta 1997 cuando El Tigre Azcárraga murió a bordo de un lujoso yate.
En el año 2015 la conductora de radio y de televisión Maxine Woodside mencionó en su popular programa Todo Para La Mujer el motivo por el que rápidamente la intérprete de éxitos como No Me Acuerdo, Desde Esa Noche o Te Perdiste Mi Amor se convirtió en una de las grandes consentidas de Emilio Azcárraga Milmo:
“Thalía fue muy consentida de El Tigre, muy [...] tuvo un romance con El Tigre y estaba muerto de amor por ella. Si no se hubiera muerto yo creo que se hubiera divorciado de Adriana, bueno no se casó con ella, pero sí creo que hubiera andado bien con ella”, mencionó la conductora, aunque jamás se logró confirmar nada y todo continúa siendo un rumor.
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