Pedro Infante e Irma Dorantes, una de las parejas de la Época de Oro del cine mexicano más famosas, encontraron apodos únicos que pocas personas fuera de su matrimonio llegaron a conocer, pero con el paso de los años la actriz ha revelado cuáles son y cómo surgieron.
Irma Dorantes conoció en persona a Pedro Infante cuando era una joven de 14 años. Ella ha revelado que desde la primera escena que grabó con el sinaloense, se enamoró completamente de él, pero llegaron a tener un romance hasta que ella cumplió los 16 años.
Desde su noviazgo, tras varias graciosas anécdotas llegaron a idear apodos el uno para el otro; más allá del normal “amorcito” y “Pedrito” que podrían llegar a utilizar inclusive sus seguidores, los actores encontraron sus propios motes cariñosos.
Según reveló la misma Dorantes en entrevista con Gustavo Adolfo Infante, su apodo “Ratoncito” nació casi de forma natural, pues Infante encontró en ella dos cosas que la hacían la distinguían de otras personas y la hacían especial.
Ya que la actriz era casi 20 años más joven que su pareja, para el Ídolo de Guamúchil la voz de Irma parecía ser muy aguda, además, se dio cuenta de que entre las cosas favoritas de Irma era el queso, por lo que rápidamente llegó a la conclusión de que le llamaría Ratoncito, un sobrenombre que utilizó para ella hasta el día de su muerte.
Por otra parte, el apodo que la histrionisa encontró para el protagonista de Ansiedad no fue otro que el de Perrito, pero ella no lo comenzó a llamar así porque el actor haya tenido alguna característica que lo relacionara al mote, sino que se debió a un error que hizo una persona de la oficina de telegramas.
La actriz de También de dolor se canta relató en entrevista con Ventaneando que en una de las tantas ocasiones que Pedro Infante estaba fuera de la ciudad por cuestiones laborales le envió un telegrama a su amada para hacerle saber en qué se encontraba trabajando en ese momento.
Según se lee en el telegrama que aún conserva la esposa del Ídolo el Pueblo, él le informaba que tras sus actividades, dentro de pocos días se reuniría nuevamente con ella. En la firma, el sinaloense pretendía decir Pedrito, pero por error quien escribió el mensaje puso Perrito.
Cuando la histrionisa leyó la misiva le causó gracia la forma en que se despidió su entonces novio y, aunque actualmente ya se lee Pedrito, ella desde entonces le dijo así a Infante.
Estos apodos se convirtieron en una parte tan íntima de sus vidas y se su historia de amor, que no podía dejarlos de lado el día de su boda. El cantante buscó hacer cada momento de su unión algo especial, por lo que decidió mandar a hacer sus anillos de boda con un grabado interior, en ellos se puede leer Ratoncito y Perrito.
El protagonista de Pepe El Toro inclusive llegó a pedirle a su amigo José Alfredo Jiménez que escribiera una canción para su esposa, pero en ella no debía decir “Irma”, sino Ratoncito, pues así era como se refería a ella la mayoría del tiempo. Esta canción se tituló Despacito, aunque hay quienes la llaman Ratoncito por las veces en que se repite la palabra.
Otro de los detalles que tuvo Infante fue que al construir su casa en Cuajimalpa, la llamada Ciudad Infante, misma que pretendía dejar a nombre de Irma Dorantes, decidió que, de entre todos los espacios únicos que tenía, el cine se llamaría El Ratón, en honor a su esposa.
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