El actor, comediante, guionista y dramaturgo Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”, creó uno de los programas más populares dentro de la historia de la televisión en México. El Chavo del 8 es recordado por amenizar las noches de una gran cantidad de las familias mexicanas, debido a su gran longevidad, ya que cuenta con más de 200 capítulos.
Sin embargo, el programa de Gómez Bolaños no sólo generó popularidad y éxitos, pues a lo largo de su desarrollo también estuvo envuelto en diversas polémicas, tanto a la convivencia de los protagonistas, como también sobre su historia.
A pesar de que el capítulo con el que terminaría el programa se transmitió hace 41 años, en 1980, el cual se tituló “La lavadora de Doña Florinda”, algunos televidentes han especulado que Roberto Gómez Bolaños supuestamente quería darle final a la serie de una manera trágica.
Se tiene entendido que presuntamente “Chespirito” planeó que el Chavo muriera atropellado intentando salvar a un niño, y aunque las escenas del descenso no se grabarían, sí se habrían tenido contemplado mostrar a los personajes de la vecindad llorando desconsolados y despidiéndose del personaje. El comediante pretendía transmitir un mensaje de amor sobre la nobleza y bondad del protagonista, según el sitio web Chespirito.ORG.
Este final nunca se realizó gracias a Graciela Gómez Fernández, psicóloga e hija de Gómez Bolaños, habría convencido a su padre de cambiar la trama porque de lo contrario la historia causaría un efecto devastador entre las y los televidentes, principalmente en las niñas y niños que comúnmente sintonizaban el programa. Por este motivo, el supuesto verdadero final nunca salió al aire.
Por otra parte, tiempo después, la producción se comenzó a limitar, esto debido a la salida de Ramón Valdéz y Carlos Villagrán, quienes daban vida a dos de los personajes más queridos del elenco. Aún sin ellos, la serie continuó realizándose hasta 1992, cuando, por supuestos problemas entre María Antonieta de las Nieves y “Chespirito”, finalmente terminó.
En una entrevista para el programa La Peña de Morfi, transmitida en el año 2019, Villagrán contó cómo fue el día cuando se dio cuenta que Chespirito ya no lo quería más en la serie y lo obligó a salir por la puerta de atrás con un argumento monetario.
De acuerdo con su testimonio, todo ocurrió en 1978, después de terminar una gira que realizaron en Chile, en medio de la dictadura de Augusto Pinochet. En aquel entonces, el personaje “Quico” tenía mucha relevancia, más que la del propio Chavo, dijo Villagrán.
Fue por ello que Gómez Bolaños, celoso de la popularidad de su coprotagonista, decidió expulsarlo para no ser más opacado, pues toda la atención del público y los medios estaba dirigida hacia “Quico”.
Por su parte, Ramón Valdés salió del programa en 1979, ya en medio de rumores de conflictos por el poder que Florinda Meza había adquirido en la producción, en ese entonces ya era entonces pareja de Gómez Bolaños, y por supuestos desacuerdos en su salario. En una entrevista de mayo de 2019 para el programa Hoy, “Doña Florinda” reconoció que nunca fue amiga de Valdés, pero, aseguró, porque él ya tenía su grupo de amistades y no había mucha convivencia fuera del foro de grabación.
De acuerdo con sus familiares, Ramón Valdés le disgustaban los conflictos y esa habría sido la razón de su salida de El Chavo del 8.
“Sí hubo un tiempo en que la vecindad era una familia hermosa, se la pasaban increíble, se querían todos, todos aprendían de todos, y lamentablemente, cuando eso dejó de funcionar, (mi abuelo) dijo: ‘Con permiso, yo le voy al Necaxa’, y mejor se fue”, recordó Miguel Valdés, nieto de “Don Ramón”.
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