Sin duda alguna, El Chavo del 8 fue el show más exitoso de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Las aventuras de los inquilinos de una vecindad provocaron muchos sentimientos entre los televidentes nacionales e internacionales quienes, además de reír y llorar con cada episodio, notaban la gran química que los personajes mantenían en todo momento.
No obstante, en los años finales del programa, cuando aún se transmitía en solitario, las diferencias comenzaron a hacer acto de presencia entre los actores, situación que provocó el enojo, despido y renuncia de varios de ellos.
Probablemente el pleito más sonado fue el protagonizado por Chespirito y Carlos Villagrán, Quico. Este desencuentro obligó al actor que por muchos años interpretó a Quico a alejarse de uno de sus amigos más queridos y refugiarse en Venezuela, donde creó su propio show llamado “Federrico”, el cual sólo duró un año (1982-1983) al aire con 29 episodios.
Villagrán, durante una entrevista para el programa La Peña de Morfi, transmitida en el año 2019, contó cómo fue el día cuando se dio cuenta que Chespirito ya no lo quería más en la serie y lo obligó a salir por la puerta de atrás con un argumento monetario.
De acuerdo con su testimonio, todo ocurrió en 1978, después de terminar una gira que realizaron en Chile, en medio de la dictadura de Augusto Pinochet. En aquel entonces, el personaje Quico tenía mucha relevancia, más que la del propio Chavo, dijo Villagrán.
Fue por ello que Gómez Bolaños, celoso de la popularidad de su co-protagonista, decidió expulsarlo para no ser más opacado, pues toda la atención del público y los medios estaba dirigida hacia Villagrán.
“El programa tenía una popularidad total y absoluta. Hacíamos giras e íbamos a muchos países con sus conferencias de prensa, todo lleno de micrófonos y grabadoras. Pero el 70 por ciento de las preguntas eran para Quico porque estaba de moda. Entonces se empezó a despertar un poquito la ira, el egoísmo, el celo profesional y artístico. Poco a poco fue trepando más Quico en popularidad que el Chavo, y me sacaron del programa”, relató Villagrán.
Según su testimonio, Chespirito lo tomó por sorpresa con una propuesta que terminó con su salida del programa, pues cuando se encontraban en el avión de regreso a México, le mencionó que había un “déficit en los registros de los personajes”, por lo que tenía que bajarle el sueldo. Al escuchar esto, supo de inmediato que sólo era un pretexto para sacarlo.
“Cuando regresamos en avión a México de una gira que habíamos hecho por Chile, me dijo: ‘Mira, hay un déficit en los registros de los personajes’. Le dije: ‘Son tuyos los registros’. Pero me respondió: ‘Hay un déficit y debo quitarte algo de tu sueldo’. Le pregunté: ‘¿Cómo me vas a quitar si son tus personajes? Yo soy un intérprete nada más’. Él estaba buscando un pretexto para sacarme, nada más. Entonces le dije que me salía del programa”, destacó el actor.
Durante este diálogo, también dio a conocer que, como acto de solidaridad, Ramón Valdés, quien le dio vida a Don Ramón, salió de El Chavo del 8 dos semanas después, hecho que marcó para siempre el show, pues muchos de sus personajes habían perdido algunos de sus motivos principales para aparecer.
“Doña Florinda se quedó sin hijo para pegarle, La Bruja del 71 se quedó sin Don Ramón, y La Chilindrina se quedó huérfana”, explicó.
Finalmente, declaró que después de su conversación con Roberto Gómez Bolaños recibió el llamado del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, y le dijo que tenía un ciclo nuevo pensado para él, pero le pidió que su personaje no hablara como Quico: “Lo que quería hacer era sepultarme artísticamente, ponerme el pie encima. Así que le dije que no. Cuando salí a la calle me di cuenta: me había quedado sin trabajo”.
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