Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, decidió dejar de escribir guiones para otras personas para dedicarse a crear los suyos. Con este objetivo en mente, el comediante comenzó a idear diversos personajes que, aunque en un primer momento no sabía, tendrían un enorme impacto entre los televidentes mexicanos y extranjeros.
El Chapulín Colorado, el doctor Chapatín y el Chompiras fueron algunos de sus primeras figuras que pondría en un show. Sin embargo, el que mayor influencia tuvo fue, sin duda alguna, El Chavo del 8, a grado tal que realizó una serie aparte para contar la historia de la vecindad, misma que duró casi 10 años (del 26 de febrero de 1973 al 7 de enero de 1980) en solitario, pero casi 30 como una producción de Chespirito que continuaba su transmisión junto a capítulos de otros personajes.
La historia de este pequeño, que siempre vivía aventuras con sus amigos y hacía enojar a los adultos, provocó miles de risas entre los espectadores, quienes dieron por hecho que el protagonista se trataba del propio Chavo. No obstante, uno de los actores que trabajó al lado de Gómez Bolaños dio a conocer el verdadero foco de atención, aquel que sin su presencia pudo provocar el fin anticipado del programa.
Fue el propio Carlos Villagrán, quien interpretó a Quico durante casi ocho años, el que, durante una entrevista para el programa La Peña de Morfi, transmitida en el año 2019, aseguró que Don Ramón (Ramón Valdés) fue el verdadero protagonista de El Chavo del 8, esto gracias a todos los vínculos que generó dentro de la vecindad.
Dicha versión nació luego de que contara cómo fue que salió del programa. Según contó, en 1978 Quico comenzó a tener más reconocimiento que el propio Chavo, por lo que Chespirito tuvo una envidia tan grande que decidió sacarlo del programa para no perder más popularidad.
“Sucede que hacíamos muchas giras, visitábamos países y en las conferencias de prensa... era un momento de popularidad absoluta. Y un 70% de las preguntas eran para Quico, porque estaba de moda. Eso empezó a despertar la envidia, el egoísmo, el celo profesional. Y poco a poco Quico fue trepando en popularidad al mismo El Chavo... y me sacaron del programa”, relató Villagrán.
Recordó que la última estocada la vivió después de su visita a Chile. Cuando se encontraban en el avión de regreso, Gómez Bolaños le comentó que “había un déficit en el registro de las personas”, por lo que tendría que reducir su sueldo, situación que contrarió a Villagran, aunque ya sabía el motivo de esas declaraciones. “Estaba buscando cualquier pretexto para sacarme. Prácticamente me dijo que me salga del programa”, dijo.
Posteriormente rememoró que Don Ramón, a las dos semanas, se salió como acto de solidaridad, situación que le dio fin por completo a El Chavo del 8, pues, a su parecer, sin este hombre delgado, con bigote, gorra azul, platera negra, pantalón de mezclilla y que nunca tenía para pagar la renta era el pilar del show.
¿Por qué pensó esto?, pues varios fueron los motivos, algunos de ellos fueron:
- El Señor Barriga ya no tenía con quien pelear por el pago de la renta.
- La Bruja del 71 ya no contaba con un enamorado a quien perseguir.
- La Chilindrina se quedó huérfana, pues sólo era cuidada por Don Ramón, ya que su madre jamás apareció.
- Doña Florinda no contaba con la “chuzma” que tanto la hacía enojar.
- El Chavo y Quico dejarían de tener una figura paterna que les dieron consejos o golpes, luego de molestarlo.
De esta manera fue como terminó El Chavo del 8, uno de los programas más exitosos de la televisión mexicana, el cual sobrevivió muchos años con el Chavo como protagonista, pero no duró nada sin la presencia del verdadero centro: Don Ramón, quien, aunque no lo parezca, sostuvo en sus bolsillos vacíos las sonrisas de miles de personas.
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