Parecería que la carrera de una estrella de telenovelas es todo ‘miel sobre hojuelas’, pues la atmósfera que rodea a actores y actrices protagónicos suele estar cargada de glamour, lujos y los reflectores que alumbran su paso por alfombras rojas y eventos sociales.
Pero quien no la ha pasado del todo bien en los foros de telenovelas es la cubana Livia Brito, quien recién contó que en una de sus primeras oportunidades sufrió el maltrato de personal de Televisa, toda vez que alguien quiso cobrar venganza ante ella.
Fue en el programa de internet Pinky Promise donde la actriz habló de lo difícil que para ella ha sido su ascenso a la fama. La protagonista de telenovelas como La piloto y La desalmada contó que tras terminar su carrera en Administración de empresas consiguió ingresar al Centro de Educación Artística de Televisa, el famoso CEA de donde han egresado múltiples figuras de la fama.
Pero fue por entonces cuando Brito tuvo que enfrentar la adversidad de poder llorar en escenas que así lo requerían, algo que le costó mucho trabajo. Así lo dijo la cubana: “Ahorita ya no tanto, al principio sí era demasiado el nervio, o sea, llorar, era Dios, mío, yo decía: ‘¿Cómo lloro? No me salen las lágrimas’, entonces me quedaba despierta hasta las cuatro de la mañana repasando la escena una y otra vez, y cuando llegaba el momento de hacer la escena me quedaba de la patada, entonces llegaba a la casa y lloraba, y yo decía: ‘¿por qué chingados lloro ahorita?’”, recordó.
En la misma charla, la actriz reveló que todo artista debe pagar un ‘derecho de piso’ cuando recién ingresa a las filas de la televisora. Livia recordó que una floor manager le hizo ver su suerte programándole su hora de comer tras 14 horas de trabajo continuo.
“Me hicieron pagar derecho de piso. Me acuerdo que tenía una escena de traje de baño y el floor manager era en ese momento una mujer, me acuerdo perfectamente y lo digo aquí públicamente: ‘Te pasaste. Ella vendía cosas, bufandas, gorros y no sé qué tanta cosa, pero yo no tenía dinero ni siquiera para comer, entonces como yo no le compraba cosas, tenía una escena en todo el día y me acuerdo que llegué a las 7 de la mañana y me puso mi cena hasta las 9 de la noche”, recordó.
Brito destacó que al paso del tiempo ha podido superar sus episodios de estrés, en parte gracias a que ya no debe aprenderse de memoria sus parlamentos, toda vez que ya se habituó a trabajar con apuntador, el aparato donde le van dictando sus líneas al oído, aunque recalcó que no es tan sencillo trabajar con él. “Si tú no te sabes una escena y no la estudias aunque te pasen el apuntador no la vas a poder dar porque es muy difícil... Es muy complicado porque te están diciendo aquí (en la oreja) y hay que saber usar el apuntador”, compartió.
Livia es una figura polémica que ha estado al centro del escándalo desde mediados de 2020 cuando ella y su novio Mariano Martínez golpearon al fotógrafo Ernesto Zepeda en las playas de Cancún, Quintana Roo. Según denunció el paparazzi, la cubana lo golpeó y le arrebató su cámara y otro material de trabajo. Ahora, a más de un año de lo sucedido, el caso sigue abierto y Zepeda continúa exigiendo justicia.
Por su parte, al conocerse el escándalo, Livia perdió oportunidades laborales y dejó de ser contemplada para algunos proyectos, sin embargo el productor José Alberto Castro le otorgó el estelar de la telenovela La desalmada, proyecto que logró posicionarse en los primeros lugares de audiencia.
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